llodio. Tras años de espera, el traslado de la antena de Arraño en Llodio, a un recinto 200 metros más arriba de su ubicación actual, esta ya más cerca de hacerse realidad. De hecho, el equipo de gobierno municipal -en manos de Bildu- dio a conocer ayer que llevará a la Junta de Gobierno de la semana próxima los pliegos que servirán para convocar el concurso por el que se efectuará la mudanza de la polémica estación radioeléctrica a la cima del monte, largamente demandada por los vecinos del barrio que temen por los efectos que pueden ocasionar a la salud los equipos de telefonía y televisión adosados al mástil.
El portavoz del equipo de gobierno, Koldo Zabala, explicó que "el plazo de concesión para la explotación del terreno público será de 25 años", que los únicos usos permitidos en la nueva instalación "serán TDT y telefonía móvil" y que cada vez que se vayan a instalar nuevos equipos "la empresa adjudicataria deberá notificárselo al Ayuntamiento".
De igual forma, la empresa que resulte adjudicataria de la concesión deberá pagar una tasa fija por ocupación del dominio público de 7.565,59 euros anuales; más otros 2.054 euros anuales por cada operador al que preste servicio la nueva antena. En la actualidad la antena de Arraño también emite señales, únicamente, "de TDT y telefonía móvil y presta servicio a tres operadores", informaron.
De igual forma, el adjudicatario deberá asumir el coste del traslado de la antena. En este punto, Zabala explicó que "se van a otorgar seis meses para realizar el proyecto y, una vez instalada la nueva antena, tendrán otros tres meses para dejar el terreno que ocupan los actuales equipos en condiciones". Dadas las exigencias, existe el temor vecinal de que la licitación quede desierta y el ansiado traslado de la antena de Arraño se vuelva a ver retrasada en el tiempo. No obstante, los responsables municipales -tras las conversaciones mantenidas con empresas especializadas- confían en que sean varias las firmas que presenten ofertas para hacerse con el control de la nueva antena.
Cabe recordar que, en base a la normativa municipal aprobada a finales de 2010 para regular el cambio de ubicación de esta estación radioeléctrica, el mástil de la nueva antena no podrá superar los 12,5 metros de altura. Algo muy alejado de la torre de 26 metros que planteó la empresa de telecomunicaciones Abertis, adjudicataria de la actual antena. El objetivo de esta ordenanza -que también limita el número de antenas en la localidad y sus características- era garantizar la cobertura a los barrios de Ugarte y Gardea, y atender la demanda vecinal que lleva años solicitando que desaparezca el repetidor del entorno de sus casas.