VITORIA. Los agentes encargados de la detención se llevaron una gran sorpresa. Lo que en un principio parecía un caso de esos que se derivan del superávit del consumo de productos televisivos relacionados con las carreras de coches, se transformó en otro en el que el sospechoso acabó imputado por tráfico de drogas y por atentar contra la seguridad vial, al parecer, por pilotar sin los permisos correspondientes. El caso es que los ertzainas se toparon en la madrugada de ayer en Ali Gobeo con un vehículo que circulaba a una velocidad anormalmente lenta hasta que descubrió la presencia policial. Entonces, la escena cambió por completo, y el paso del sospechoso tornó hacia un tránsito de locos. Dadas las circunstancias, el coche patrulla persiguió al sospechoso hasta que logró detenerlo. Y, al hacerlo, cambió la cara de los policías. Y no sólo porque el conductor parecía estar bajo los efectos de sustancias psicotrópicas, sino por el equipaje que acompañaba al presunto Fitipaldi en el turismo: estupefacientes preparados para su venta y una importante cantidad de dinero surgida, previsiblemente, del menudeo, al menos, a ojos del Departamento vasco de Seguridad.

El relato de los hechos sitúa estos en plena madrugada -1.30 horas- del pasado jueves en el corazón del polígono industrial de Ali Gobeo, en las afueras de la capital alavesa. Entonces es cuando tuvo lugar la detención del citado, un varón de 37 años, por su presunta implicación de sendos delitos contra la seguridad vial y contra la salud pública. Según datos aportados por el Departamento de Seguridad, en el momento del arresto el citado se encontraba al volante de un vehículo, pese a carecer de permiso de conducir.

Cronológicamente, la actuación policial pasó por distintos estadios. En un primer momento, la patrulla detectó la presencia de un vehículo circulando a una velocidad anormalmente reducida. Sin embargo, al percatarse de la presencia policial, aceleró de forma brusca. Fue el inicio de una persecución en toda regla, ya que el interpelado hizo caso omiso en todo momento a las indicaciones de los ertzainas. Tras una persecución en la que el sospechoso condujo de manera anómala, los ertzainas lograron que se detuviera. Al identificar a su único ocupante, los policías descubrieron el pastel.

En la inspección del turismo los agentes descubrieron tres bolsas de plástico que contenían distintas cantidades de polvo blanco, además de un cúter, una navaja y varios envoltorios vacíos de los que acostumbran a usarse como para vender las dosis. Aparte, también había dinero. Y mucho. Nada más y nada menos que 1.250 euros en billetes de 5, 10, 20 y 50.

Con un sesgo similar, la Guardia Urbana de la capital alavesa imputó a un varón de 39 años por un delito contra la seguridad vial por la alcoholemia positiva y el consumo de cocaína y anfetaminas. Lo hizo en el control realizado a las 1.50 horas en la avenida de las Naciones Unidas.

En otro orden de cosas, la Policía Municipal informó ayer de un accidente de tráfico que concluyó con cuatro heridos. En concreto, fueron cuatro de los cinco ocupantes de un turismo que, a las 21.00 horas del pasado miércoles, perdió el control en Nieves Cano. El conductor y un ocupante, ambos de 21 años, no precisaron de traslado en ambulancia a centro hospitalario alguno, pero otros dos ocupantes, un varón de 22 y una mujer de 21 años, fueron evacuados al Hospital Santiago.