madrid. La Iglesia católica en España consideró ayer legítimo el uso de la "píldora del día después" en caso de violación, siempre que se trate de un medicamento que evite la fecundación y no tenga un "efecto abortivo", tal y como anunciaron la semana pasada los obispos alemanes. En declaraciones a la prensa en Madrid, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, afirmó que una violación es un acto "de injusticia y violencia" ante el que es "legítimo impedir la fecundación, pero no abortar, porque nunca es legítimo quitar la vida a un ser humano". Con todo, Martínez dijo no conocer ningún medicamento que tenga dichas características, pero consideró que, si existe, se podría utilizar en casos de violación ya que "la consideración moral sería distinta". "Si en Alemania lo hay, nosotros no lo conocemos", añadió el también obispo auxiliar de Madrid.
"Todos los fármacos que conocemos hasta ahora y que se llaman píldora del día después consisten en un compuesto hormonal que puede impedir la anidación del óvulo fecundado si se ha dado la fecundación y eso es impedir que siga adelante la vida de un ser humano incipiente y es un aborto precoz", afirmó. Los obispos alemanes autorizaron la semana pasada el uso de la píldora del día después en los hospitales católicos del país en casos de violación "siempre y cuando sea para evitar la fecundación y no provocar un aborto" y señalaron que "los medicamentos que provoquen la muerte del embrión seguirán sin poder ser empleados". La Conferencia Episcopal Alemana afirmó que "el cambio de opinión en los hospitales católicos en lo referente a esa píldora ha sido posible gracias a los nuevos preparados médicos con otros efectos que han aparecido recientemente en el mercado".
El anuncio se produjo después de la fuerte polémica abierta en Alemania después de que dos hospitales católicos de Colonia, la mayor archidiócesis del país, se negaran a administrar la píldora del día después a una mujer que había sido víctima de una violación. Según la Asociación de Ginecólogos de Alemania, las píldoras del día después más actuales impiden en un alto número de casos el embarazo, al retrasar la ovulación.