vitoria. Conservar el trabajo es un tesoro. Y tener un título imprescindible para abandonar la cola de Lanbide. Un total de 5.321 vascos han transformado su experiencia profesional en un título mediante el proceso de acreditación de la competencia, según la Agencia Vasca para la Evaluación de la Competencia y la Calidad de la Formación profesional. La mayoría de las personas (unas 4.500) que han logrado acreditar su cualificación profesional han sido mujeres que habían trabajado en el cuidando de personas dependientes que carecían de una titulación formal. También han visto reconocida su experiencia 670 conductores de ambulancia, 61 personas dedicadas a la confección y mantenimiento de artes y aparejos, 57 del ámbito de la restauración y 40 albañiles.

Según el director saliente de la Agencia, Simón Sánchez, el perfil de quienes han pasado por el proceso de acreditación de las competencias adquiridas a través de la experiencia profesional o de vías no formales de formación no ha variado desde el inicio de la crisis "pero sí ha crecido la preocupación por obtener alguna titulación que les permita mantener su puesto de trabajo o asegurar una mejor transición a otro". Según confiesa, la oferta de las familias profesionales a acreditar que las comunidades autónomas realizan no satisface la demanda actual. Y las convocatorias han ido cayendo gradualmente en la mayoría de las comunidades. De hecho, la última convocatoria del País Vasco se realizó en octubre de 2011 y recogía las cuantificaciones de atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, de atención socio- sanitaria a personas dependientes en el domicilio, de operaciones básicas de cocina, de operaciones básicas de restaurante y bar y de fábricas de albañilería. La Agencia recibió y tramitó 4.500 solicitudes. Este año no hay ninguna convocatoria abierta en el Estado y en 2012 solo se impulsaron convocatorias en Galicia, Murcia, Cantabria, Aragón, Baleares y La Rioja.

"Todavía no tenemos información sobre la fecha de la próxima convocatoria, aunque se está trabajando para terminar de desarrollar la normativa", afirma Sánchez. En cuanto a la oferta convocada "todavía existe demanda en ayuda a domicilio y transporte sanitario", explica.

La Agencia vasca también ha recogido solicitudes para poder acreditar las competencias laborales de la familia de la seguridad y el medio ambiente, como el control de plagas y organismos nocivos, cualificaciones de grado medio de hostelería y turismo y cualificaciones relacionadas con algunos carnets profesionales de la familia de la electricidad y electrónica, que está pendiente de regulación vía decreto. "Quedarían pendientes de estudiar las necesidades en el conjunto del sector industrial y posibilitarlas", reconoce Sánchez.

Más barato que formar Este profesional defiende el proceso frente a quienes abogan por la vía de la formación formal ya que "se acreditan competencias adquiridas a lo largo del desempeño profesional y, en caso de que no completase ninguna titulación, se acorta el itinerario formativo para su obtención". Sánchez explica que este proceso posibilita la obtención de una titulación de Grado Medio o Superior de FP para quién tenga condiciones de acceso y Certificados Profesionales. "El proceso de acreditación de unidades de competencia en base a la experiencia laboral es más barato que el de la formación", comenta. Y es que, según dice, un candidato emplea unas 15 horas de promedio en culminar el proceso de acreditación entre la prueba, matriculación, asesoramiento y recogida de documentación. Su efectividad es tal que se registra un índice de abandono del 1%. El proceso tiene tres fases, asesoramiento, evaluación y acreditación. Una vez inscrito, un asesor aconsejará al candidato para preparar la documentación necesaria. En la fase de evaluación, deberá demostrar sus competencias a través de unas pruebas en función de la unidad de competencia a evaluar. Y la última fase se expedirá una acreditación de cada una de las unidades que se hayan superado.