VITORIA. El relato de parte de la historia más oscura de la sociedad gasteiztarra refleja hechos a los que cuesta encontrar una explicación sensata. Sin embargo, suceden, con un ritmo desigual, pero periódico, para desconcierto de la ciudadanía y de los actores que se ven implicados en ellos. Es el caso, por ejemplo, de la intervención en la que se vieron implicados dos agentes de la Ertzaintza a lo largo del pasado fin de semana. Su patrulla rutinaria dejó de serlo cuando sus vidas peligraron frente al filo de una navaja. El propietario de ésta, ni corto ni perezoso, decidió arremeter contra un policía blandiendo sus arma blanca en la madrugada del pasado domingo junto a un local de ocio del Casco Viejo. Lógicamente, los agentes no dejaron hacer. Reaccionaron con celeridad para desarmar al individuo y a su acompañante, que también trató de agredir a la patrulla. Posteriormente los detuvieron y pusieron a buen recaudo en las instalaciones de Portal de Foronda antes de ser trasladados ante la autoridad judicial.
Según detallan fuentes del Departamento de Seguridad, los responsables de los hechos fueron, presuntamente, dos jóvenes de 18 y 25 años. Ambos fueron arrestados e imputados por un supuesto delito de amenaza con arma blanca. Al parecer, según la explicación policial, uno de los posteriormente reducidos se abalanzó con una navaja contra un ertzaina cuando trataban de identificarlo por golpear con violencia la puerta de un bar en compañía de su compinche. Los hechos se registraron sobre las 4.00 horas cuando varios recursos policiales en tareas de seguridad ciudadana por la calle Zapatería observaron la presencia de dos varones que se encontraba golpeando con fuerza la puerta de un bar. Los agentes se acercaron al establecimiento. Como marcan los protocolos, la patrulla se identificó. Fue el detonante de una reacción violenta. Nada más mostrar las placas policiales, uno de los protagonistas de la algarada sacó una navaja e intentó acometer a uno de los agentes con intención de clavársela de forma insistente. Con la ayuda de otro agente, redujeron al atacante, que presentaba "una actitud muy agresiva". El segundo joven también intentó agredir a los policías. No obstante, estos pudieron inmovilizarlo.
El citado no fue el único incidente que requirió la participación de los agentes del orden durante el pasado fin de semana en la capital alavesa. No en vano, un agente de la Ertzaintza, fuera de servicio, interceptó tras una persecución por las calles del Casco Viejo gasteiztarra a un joven de 17 años que, presuntamente, había robado el móvil a una ciudadana por el método del tirón. El acusado agredió en varias ocasiones al ertzaina hasta la llegada de las patrullas que procedieron al arresto y traslado a dependencias policiales. Los hechos tuvieron lugar sobre las ocho y media de la tarde del domingo en Colegio de San Prudencio.
En ese momento, el citado policía observó la presencia de una mujer que iba corriendo detrás de un varón gritando que había sido víctima de un robo, tal y como reseña un comunicado remitido desde el Departamento vasco de Seguridad. Ante los hechos, el agente persiguió al ladrón hasta lograr interceptarlo. Tras varios forcejeos, consiguió inmovilizar al autor de los hechos hasta la llegada de varios miembros de la Policía Local y de varias patrullas de la Ertzaintza. Los agentes recuperaron el teléfono móvil y se lo entregaron a su propietaria mientras detenían al menor de edad por un presunto delito de robo con violencia y otro de atentado a la autoridad.
Violencia de género En otro orden de cosas, la Policía Municipal de Vitoria detuvo a un varón de 34 años por un presunto caso de maltrato y agresión a su pareja en el barrio de Ariznabarra. Se da la circunstancia, tal y como reseñan fuentes del Ayuntamiento de la capital alavesa, que los hechos tuvieron lugar en presencia de otras personas, que increparon al supuesto autor. Dadas las circunstancias, éste abandonó el lugar a toda prisa en su vehículo, con el que cometió varias infracciones de tráfico antes de ser arrestado.
Al parecer, los episodios violentos del detenido ocurrieron a las 10.00 horas del pasado viernes en un domicilio y en el patio de un centro escolar, donde se sucedieron zarandeos y malas formas. Los testigos presenciales de esa actitud salieron en defensa de la víctima y se pusieron en contacto con la Guardia Urbana para denunciar el caso. El agresor, por su parte, viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, abandonó apresuradamente el centro educativo en un vehículo y, en su huida, colisionó con un turismo y cometió varias infracciones de tráfico, sin detenerse en ningún momento ni dar parte de los hechos. Los agentes localizaron el vehículo implicado y, posteriormente, al varón imputado, que fue detenido y, a las pocas horas, puesto a disposición judicial.
Por último, en el barrio de Lakua la Policía Local detuvo, a las 16.45 horas del pasado sábado, a otro varón de 36 años sobre el que había una requisitoria judicial para su detención e ingreso en prisión.
En materia de accidentes de tráfico, los Bomberos liberaron a dos personas atrapadas en sus vehículos en sendos accidentes de tráfico. La primera intervención se produjo a las 19.14 horas del sábado en Azaceta. Al parecer, según el relato de los bomberos, el coche estaba en posición vertical con la parte del maletero apoyado en el cauce del río. Se izó con el cabrestante hasta la cuneta y una vez allí se extrajo al herido del que se hicieron cargo los servicios sanitarios. La segunda intervención se produjo el domingo a las 22.21 horas en la AP-68 a la altura de Altube. Allí se liberó la puerta del piloto y con el cilindro se levantó la zona del volante y salpicadero dejando hueco suficiente para su rescate.