trapagaran. Mari Carmen García respiró ayer un poco más tranquila después de que las sombras del lanzamiento del piso que habita en el barrio de Ugarte en Trapagaran se disipasen por la decisión de un juez de admitir a trámite un recurso contra el desahucio provocado por una deuda familiar. "El que peor lo ha estado pasando ha sido mi marido que incluso se ha llegado a poner malo de la tensión acumulada", explicaba Mari Carmen en la oficina que Stop Desahucios tiene en Sestao.
Allí, esta mujer desempleada que convive con su marido, también en paro, y una hija de 31 años postrada en silla de ruedas estuvo arropada por los miembros de la plataforma ciudadana con su presidenta, Marta Uriarte, a la cabeza. "Es un caso muy doloroso", apunta Uriarte, máxime cuando esa vivienda "es una VPO que está adaptada a las necesidades de una persona con discapacidad que no puede ser ocupada por alguien que no esté en esa situación", reseña.
Uriarte cree incluso que dadas las características específicas del caso "tal vez podamos llegar incluso a apelar la sentencia de desahucio".
Mientras tanto, Mari Carmen agradecía las gestiones que inició la pasada semana el Ayuntamiento ante el Gobierno vasco para conseguirles una vivienda social. "De momento hemos ganado algo de tiempo pero necesitamos una solución". Una solución que esperan muchas de las cerca de 90 consultas que han recibido Stop Desahucios en la oficina que abrieron en Sestao el pasado día 18 de enero.
"Nos llegan consultas de todos los sitios por lo que nuestra intención es abrir nuevas oficinas en otras comarcas como Eskuinaldea donde ya hemos solicitado formalmente un local al Ayuntamiento de Getxo", anunció Uriarte.