vitoria. El Batán, el Santo Tomás, el Alegría, el propio Zadorra... la capital alavesa estaba ayer rodeada de agua por los cuatro costados. Mientras los vecinos de la periferia de la ciudad y de los pueblos del municipio colocaban barreras para evitar una nueva riada y miraban alternativamente al cielo y a los cauces sobrepasados ya por el deshielo y las aguas recogidas en los últimos días, la presa de Ullíbarri-Gamboa desembalsaba a razón de 60 metros cúbicos por segundo. La Mesa del Zadorra decidió liberar más agua (el viernes se soltaban 45 metros cúbicos) ante unas previsiones meteorológicas nada halagüeñas. Va a seguir lloviendo hoy, tras la tregua parcial que el cielo concedió ayer al territorio alavés, y el embalse se encuentra ya a más del 90% de su capacidad.

Así pues, toca hilar fino y tratar de sacar toda el agua posible del pantano para hacer sitio a la que viene detrás, tratando de provocar los menores daños aguas abajo del embalse. Euskalmet prevé para hoy incluso tormentas con granizo, y una cota de nieve en torno a los 600 metros, por lo que la cuenca del Zadorra se mantiene en situación de prealerta.