no parece haberles importado demasiado a los niños gasteiztarras que los Reyes Magos ya no lleguen de Oriente, sino de Andalucía tal y como asegura ahora el Papa Benedicto XVI, siempre y cuando traigan la saca llena de regalos. Prueba de ello fue el recibimiento que les hicieron ayer, desde que arribaron a la estación de tren por la mañana, hasta que se retiraron a sus aposentos después de una multitudinaria cabalgata que recorrió las calles del centro de la ciudad.

Para estas horas ya habrán hecho su trabajo. En prácticamente todas las casas habrá paquetes que desenvolver, aunque quizá haya habido alguna que otra sorpresa, tal y como advertía el propio Baltasar. "Hay niños que no van a recibir tanto como creían", anunciaba el más querido de entre Sus Majestades, que ayer sin embargo se llevó algunos abucheos por este comentario. Ni en este día tan mágico fue posible olvidar las estrecheces de la crisis económica, de ahí que los Reyes Magos hicieran ayer un llamamiento a la solidaridad. "Hay papás que sufren el paro y niños que no tienen juguetes, por lo que tenéis que compartirlos", dijo Melchor.

El rey de la barba blanca fue el más parlanchín de todos. Desde la balconada del Ayuntamiento ensalzó "las grandes obras" que se están llevando a cabo en la ciudad en un discurso que, a buen seguro, fue del agrado del alcalde, Javier Maroto. "La ciudad está más bonita que nunca, sabemos de vuestra bondad, que estáis reciclando, y que habéis recibido dos premios este año, el de la Green Capital y el Celedón de Oro", añadió. Por su parte, Gaspar, al parecer el más tímido del trío, se limitó a desear "que el espíritu de la Navidad se mantenga todo el año". Eso sí, lo hizo con una gran sonrisa.

A continuación, la comitiva real se trasladó al Palacio de Villa Suso para recibir audiencia. Allí los pequeños tuvieron la ocasión de encontrarse cara a cara con los Reyes Magos, y recordarles ya de paso lo bien que se habían portado todo el año para evitar al día siguiente disgustos. Durante toda la mañana no pararon de recoger cartas, y en su interior, peticiones cada vez más complicadas. Aunque los hay que siguen apostando por los clásicos como el scalextric, la bici o los juegos de mesa, los niños alaveses se dejan llevar también por las modas, de ahí que las Monster High, Nancy, Peppa Pig y Monsuno estuvieran entre los juguetes más solicitados. Todos los que se posaron sobre las rodillas de las altezas recibieron el mismo mensaje: "esta noche, a la cama pronto".

El mensaje caló entre todos ellos, y es que ayer no era el día para ponerse rebelde. Eso sí, antes de llegar a casa miles de pequeños disfrutaron ya por la tarde de la colorida cabalgata que partió desde la plaza Bilbao y en la que participaron un total de 320 personas y seis carrozas. Es, de hecho, el espectáculo más visto de la ciudad a lo largo de todo el año, como lo demuestran algunas cifras, entre ellas, la de las 18 toneladas de caramelos que se repartieron a lo largo de todo el recorrido hasta el cruce de Chile con la Avenida de Gasteiz.

Acompañando a Sus Majestades estuvieron también los grupos de teatro como Bambolea, con su espectáculo Atlantes; Planet Vapeur, con el espectáculo Parada Acuática; además de los abanderados italianos de Cori y del conjunto francés Les Lutins Refractaires, que representaron La Cour de Fees. Un espectáculo redondo para acabar con un día redondo que tendrá su colofón hoy, en las calles, que hervirán de niños disfrutando de sus regalos.