"La españolización y la calidad nada tienen que ver, como tampoco la vasquización"
Tres legislaturas al frente del transatlántico de Educación hacen de Oliveri una de las personas que mejor conocen la situación de la enseñanza vasca y de su 'cocina'. Retirado hace algún tiempo de la actividad pública, muestra sus reservas por la deriva "centralizadora" de la reforma Wert.
Hondarribia. Acaba de dejar al nieto y aún le sobra energía para analizar el espíritu y la letra del anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que, a día de hoy, proyecta su sombra en otra criatura que conoce sobradamente: la escuela vasca. Oliveri lo tiene claro: "La imposición de un modelo, por mucho que este provenga de una mayoría parlamentaria, es la garantía de su caducidad".
Lleva algún tiempo retirado tras 42 años de actividad vinculada al mundo de las ikastolas, como consejero de Educación y como rector de Mondragon Unibertsitatea. ¿Cómo observa la actualidad educativa?
Creo que el período autonómico ha supuesto un avance importante para el sistema educativo vasco. Los resultados de las pruebas de evaluación externa, como PISA, nos sitúan por encima de la media de la OCDE en competencia lectora y matemática y algo por debajo en la científica; en cualquier caso por encima de la media española, que es de donde partimos. Es un sistema equilibrado, con un buen nivel de convivencia, y es un sistema estable basado en amplios consensos que han sido respetados por los diferentes gobiernos. Por lo tanto, diría que tenemos un buen sistema educativo pero, a la vez que en educación, la satisfacción por lo logrado solo puede ser el acicate para un proceso de constante mejora.
¿Qué piensa de la reforma Wert?
Desde la perspectiva estrictamente educativa es una ley regresiva en cuanto que establece a edades muy tempranas itinerarios distintos que van a limitar el desarrollo educativo y, por lo tanto, personal y profesional de quienes se vean obligados a circular por las vías de segundo nivel. Esto me parece muy grave cuando se sabe que un elemento clave para la cohesión social y la igualdad de oportunidades se encuentra precisamente en una educación que ayude a superar las desigualdades de origen. En segundo lugar, es una ley centralizadora que devuelve al Estado la práctica totalidad del diseño y control de la educación, dejando a las autonomías el papel de meros ejecutores de lo decidido en Madrid. En tercero, ofrece un tratamiento inaceptable, de lenguas de segunda, a las denominadas lenguas cooficiales.
El PP lo vende como antídoto al bajo rendimiento.
El proyecto del ministro Wert no responde a las necesidades del sistema español, cuyos retos son la disminución del fracaso escolar y el abandono temprano, la cualificación de la FP y la baja calificación en las diferentes competencias, y que no van a mejorar con planteamientos ideológicos y segregadores. Pero si la propuesta no es válida para el sistema educativo español lo es menos para Euskadi, donde los índices de fracaso escolar y abandono temprano son la mitad, o donde la situación de la FP, por poner un ejemplo, nada tiene que ver. No es que no tengamos problemas, o no tengamos que mejorar, pero lo tenemos que hacer con medidas adecuadas a los mismos y consensuadas y decididas aquí.
El ministro Wert cierra 2012 con el 'suspenso' de la comunidad educativa debido a los recortes, pero también por su falta de cintura a la hora de escuchar las sugerencias de los agentes del sector.
La gestación del proyecto es una muestra de cómo no se deben hacer las cosas en la política en general y muy particularmente en los ámbitos educativo y lingüístico, que deben trabajarse desde el comienzo de manera que conciten, si no una unanimidad total, el apoyo de una mayoría que le legitime educativa, social y políticamente. Solo así puede ofrecer la estabilidad que el sistema educativo precisa. La imposición de un modelo, por mucho que este provenga de una mayoría parlamentaria, además de la dificultad de su implantación, es la garantía de su caducidad, y un país no puede estar cambiando de modelo cada vez que cambia el Gobierno.
Nadie me ha sabido explicar cómo "españolizar" a los niños va a conseguir que España deje de estar en el furgón de cola en PISA.
Pues yo tampoco lo voy a saber, pero es claro que la españolización y la calidad nada tienen que ver, como tampoco la vasquización o la catalanización. Lo que trasluce esa frase, absolutamente impropia de alguien que debiera conocer la realidad de un Estado que no ha resuelto un problema latente como es la existencia de naciones que quieren ver reconocido su hecho nacional, es el espíritu con el que se ha diseñado la ley: la utilización de la educación como un instrumento de adoctrinamiento patriótico. Que en Historia, como troncal, el Estado imponga la totalidad del currículo es significativo de lo que se pretende. En definitiva, Wert pretende hacer lo mismo de lo que acusa a otros. Ni incluso si así se piensa, que todo indica que sí, es comprensible esa manifestación.
El euskera deja de ser una asignatura troncal para pasar a ser de especialidad, como Educación Física.
En relación al euskera no creo que vaya a tener un efecto negativo respecto a su utilización como lengua vehicular, pues la Ley de Normalización y Uso del Euskera establece que es la voluntad de los padres la que determina la lengua de escolarización, por lo tanto no ha lugar la previsión de la ley. Cosa distinta es el tratamiento que se otorga a las lenguas cooficiales al incluirlas entre las asignaturas de especialidad, como creo que se clasifican. Un tratamiento indigno para las lenguas propias, que en las comunidades donde existen deben ser reconocidas como materia básica y troncal. Si para España el castellano es una prioridad, ¿cómo no va a constituir para los vascos una prioridad educativa nuestra lengua propia, que solo puede mantenerse y reforzarse mediante el sistema educativo?
Wert establece una lógica de causa-efecto: los sistemas de inmersión en una lengua cooficial arrinconan el castellano.
No parece que el conocimiento del castellano peligre -estamos 13 puntos por encima de la media española en competencia lectora en la evaluación PISA 2009- y, por lo tanto, la cuestión es que se trate adecuadamente a las lenguas propias, es decir, que se entienda que las lenguas distintas al castellano son lenguas de primera que deben tener un tratamiento que asegure su conocimiento, y que este se establezca por las diferentes comunidades acorde con su situación lingüística y con la voluntad educativa y social existente, lo que conlleva que la competencia para configurar el sistema bilingüe siga residiendo en ellas.
Por tanto no cambiar...
En nuestro caso es clara la voluntad muy mayoritaria de las familias de que sus hijos aprendan o perfeccionen el euskera en el medio escolar, haciendo del mismo total o parcialmente la lengua vehicular, como lo demuestran las sucesivas matriculaciones. De hecho la sociedad vasca ha convertido el euskera en lengua principal del sistema educativo.
¿Es válido el argumento para eliminar la troncalidad del euskera?
Es evidente que el euskera debe ser una materia troncal. Pero en esta cuestión de las troncales, al adjudicarse el Estado la competencia de establecer la totalidad del currículo, se produce un agravio competencial inadmisible. Supone, junto a las evaluaciones, un elemento para el control total del sistema, de manera que en nuestro caso la competencia exclusiva del artículo 16 del Estatuto, que otorga al País Vasco la enseñanza en toda su extensión, con una referencia explícita a los derechos históricos en aplicación de la Disposición Adicional, queda casi reducida a una competencia de ejecución. Si los currículos de las materias principales, las evaluaciones y sus contenidos son fijados por el Estado para todo el sistema educativo, ¿en qué queda la competencia exclusiva de Euskadi?
Más en Sociedad
-
Euskadi activa para la tarde de este sábado el aviso amarillo por precipitaciones intensas de más de 15 l/m2 en una hora
-
Leioako 25. Umore Azokak 22 euskal konpainia bilduko ditu
-
Confinados cinco municipios catalanes por una nube tóxica generada por un incendio
-
Aena señala al Ayuntamiento de Madrid como responsable de los sinhogar de Barajas