vitoria. Los trabajadores y trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que realizan su labor habitualmente con personas dependientes y altos discapacitados, volvieron ayer a poner la nota de color en su lucha por unas condiciones laborales más dignas. Como todas las semanas, organizaron una cadena humana por el centro de la capital alavesa para exigir un convenio justo y para protestar por la reducción del presupuesto de la Diputación Foral de Álava para estos servicios. Foto: josé ramón gómez
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