Vitoria. "La inutilidad del Código de Buenas Prácticas del sector financiero a la hora de frenar los desahucios es motivo suficiente, para que el Gobierno desconfíe de la banca cuando asegura que paralizará estos procesos en casos de extrema gravedad. La experiencia ha demostrado que sin presión por parte del Estado se puede conseguir poco". Este es parte del editorial que el diario británico Financial Times publicó ayer demostrando que el drama social de los desahucios está ocupando cada vez más y más espacios en la prensa internacional.

Y mientras tanto, Gobierno español y PSOE, los mismos que han tenido la oportunidad de reformar esta ley hipotecaria de principios de siglo durante tantos años, siguen acumulando horas y horas de reunión. De hecho, no se descarta que ambos partidos continúen hoy con la negociación, según confirmaron fuentes socialistas. Cierto es que PP y PSOE alcanzaron el lunes un acuerdo sustancial en la moratoria de dos años en los casos de "extrema necesidad", pero los socialistas desean cerrar un acuerdo amplio que incluya, entre otros aspectos, una futura reforma de la Ley Hipotecaria. El PSOE quiere extender las ayudas y el alquiler social a un mayor número de familias, algo que el Ejecutivo, según estas fuentes, querría limitar a los casos más extremos.

De acuerdo con esta versión, el Ejecutivo Rajoy duda en cerrar un acuerdo por el temor a una reacción negativa de las entidades financieras, en dificultades por la alta morosidad del sector inmobiliario. Si atendemos a lo que se dice desde la otra parte, el Gobierno insiste en que se debe evitar dilatar la negociación porque hay familias que necesitan ya una respuesta y porque los ciudadanos no entenderían que el diálogo se prolongara en el tiempo sin que se adoptaran decisiones. El Ejecutivo dice estar abierto a hablar "absolutamente de todo" lo que plantee el PSOE, pero insiste en que hay decisiones más urgentes que otras y, entre las primeras, se encuentran las que se prevé llevar al Consejo de Ministros de mañana donde se incluye el aplazamiento de dos años para los desahucios de colectivos especialmente vulnerables, es decir, familias con hijos o ancianos a cargo, o que alguno de sus miembros se encuentre enfermo.

Además, se está trabajando también en que se obligue a una renegociación con las entidades bancarias en el caso de personas que no sobrepasen un determinado umbral de ingresos y falta de concretarse cuántas veces se puede superar el indicador público de rentas múltiples para poder beneficiarse de esa medida.

Intereses de demora El PSOE ve necesario reducir los intereses de demora que ahora, advierten, llegan a la "usura" al ser del 20%, y quieren que se acerquen más a los intereses reales ordinarios. También creen necesario modificar el porcentaje de deuda por el que un banco se puede adjudicar una vivienda de la que su propietario ha dejado de pagar las cuotas.

El objetivo es doble, por un lado, que los bancos ajusten bien las valoraciones que hacen y, por otro, evitar que en las subastas la adjudicación se realice por una cantidad excesivamente baja. Ahora, el porcentaje de deuda por el que un banco se puede adjudicar una vivienda está en el 60% del valor de tasación actual. El PSOE propone que este valor se eleve hasta el entorno del 80% de la deuda y sobre el valor de la tasación que se hizo en el momento de conceder el préstamo.

Mientras, la angustia y el temor se apoderan de miles de familias que viven con esta espada de Damocles. Una espada, por cierto, que para aquellos que desgraciadamente ya cayó sobre ellos, no va a tener marcha atrás, tal y como indició ayer el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, al anunciar que se han descartado medidas retroactivas para evitar los desahucios ya que, según expresó ayer, "causaría inseguridad jurídica".