Vitoria. La Diputación alavesa ha decidido impulsar con fuerza la candidatura de Salinas de Añana a convertirse en patrimonio mundial de la Unesco. Para ello, ha aprobado un Plan de Rehabilitación Especial para el Casco Viejo de la villa que toma el nombre de las múltiples eras de sal que han conformado el conocido como Valle Salado, un paisaje cultural inédito en el mundo. Las nuevas disposiciones incrementan los límites del área de rehabilitación del Casco Histórico hasta los 13.379 metros cuadrados y permitirá planificar con precisión las intervenciones constructivas que se autorizarán. Entre éstas, destaca la construcción en la zona norte de la localidad de un parque urbano y un paseo de ronda colindante a la muralla, que posibilitará integrar en ese contexto los restos arqueológicos descubiertos en la cara norte del muro.
Además, el déficit de zonas de aparcamientos que sufre Salinas de Añana se solventará con un espacio de 5.600 metros dedicado a este fin. Se ubicará al noroeste de la villa, entre el río y la calle del Mercado. Funcionará de manera mixta. Es decir, será utilizado por residentes y visitantes con el fin de liberar el núcleo fundacional de coches, y convertirlo así en una zona de espacio público peatonal.
Los Planes Especiales de Rehabilitación Integrada son herramientas fundamentales en la rehabilitación de los cascos históricos alaveses y, como consecuencia, en la protección y puesta en valor de su patrimonio arquitectónico y arqueológico. En el caso de Salinas de Añana, la planificación define con precisión los parámetros urbanísticos y edificatorios de los edificios y parcelas urbanas existentes, tales como alineaciones, número de plantas, alturas o espacios libres, entre otras consideraciones. Por lo tanto, esta figura urbanística de protección "es imprescindible para la conservación de edificios de gran valor como el Palacio de los Zambrana-Herrán o el Palacio de los Ozpina, así como del resto del Casco Histórico de Salinas", según indican fuentes forales.
En otro orden de cosas, el Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Álava acordó ayer dar el plácet a un proyecto en el que un total de siete localidades alavesas participarán en un proyecto piloto de compostaje comunitario. En ese sentido, el Ejecutivo foral, que invertirá 68.171 euros, anunció que en la citada iniciativa participarán las localidades de Zalduondo, Ozaeta, San Román de San Millán, Ilarduia, Audikana, Ullibarri-Jauregui y Marieta-Larrinzar. Se trata de un proyecto que plasma los objetivos del Plan de Gestión de Residuos del territorio histórico. Dicha planificación exige la puesta en marcha de iniciativas para el fomento de la práctica del compostaje doméstico a partir de la recogida selectiva de la fracción orgánica de nuestros residuos y restos de poda y jardinería. El primer paso consistirá en diseñar y cuantificar las infraestructuras necesarias para la realización de compostaje en las localidades mencionadas anteriormente. Además, se desarrollarán programas de formación, divulgación y puesta en práctica para que los vecinos implicados ejecuten con éxito el proyecto. Será el año que viene cuando la elaboración de compost sea una realidad en estas localidades alavesas.