Vitoria. El Gobierno en funciones de Patxi López se marchará dejando un regalo envenenado al municipio de Eibar y a la red de centros sanitarios de Euskadi. A punto de abandonar sus puestos, los responsables de los Departamentos de Sanidad y Medio Ambiente y Planificación Territorial han decidido licitar el proyecto de construcción del Hospital de Subagudos de Eibar y autorizar su construcción en un solar contaminado por cianuro, metales pesados y otras sustancias peligrosas.
Con estas medidas, adoptadas prácticamente en el tiempo de descuento de la legislatura, el Gobierno Vasco saliente compromete para el entrante un gasto de casi 30 millones de euros y deja listo para su desarrollo un proyecto polémico desde el principio debido a las condiciones del emplazamiento elegido y a la compra por parte del Ayuntamiento de Eibar de los terrenos que ocupará el nuevo centro para enfermos crónicos. Y es que el solar sobre el que va a levantarse el futuro hospital albergó durante muchos años diversas instalaciones industriales y, según los informes técnicos encargados por el Ayuntamiento de Eibar, está contaminado por metales pesados, cianuros, PCB (Difenilos Policlorados), PAH (Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos) y TPH (Hidrocarburos Totales del Petróleo).
La constatación de la existencia de estos productos tóxicos en el solar que ocupaba la antigua fábrica de Mendiguren y Zarraua no ha sorprendido a nadie. Lo que sí resulta sorprendente es que la Viceconsejería de Medio Ambiente declare estos terrenos como "suelo alterado", diga que "el emplazamiento referenciado es compatible con el uso urbano previsto" y que no exija su descontaminación previa, sino que únicamente plantee una "gestión adecuada" de los materiales que se excaven y un "seguimiento de la calidad de las aguas subterráneas".
Para crónicos Da la casualidad de que el uso previsto para esos terrenos es un hospital de subagudos, cuyos usuarios serán mayoritariamente personas mayores con enfermedades crónicas complejas, que serán atendidos en unas instalaciones nuevas y modernas pero levantadas sobre un suelo lleno de sustancias tóxicas.
Fuentes del sector sanitario han destacado que los enfermos que mayoritariamente van a hacer uso de las instalaciones y van a estar ingresados en el nuevo hospital de Eibar "son personas mayores con enfermedades crónicas complejas, es decir, pacientes muy inestables, susceptibles de contraer con mucha facilidad infecciones y con los cuales es necesario extremar las medidas de cuidado y protección".
Sin embargo, si todo se hace tal y como el Departamento de Rafael Bengoa ha dejado establecido, ese centro hospitalario ocupará unos terrenos con grave afección de contaminantes.
De hecho, para determinar que ese solar -pese a contener numerosas sustancias contaminantes- es apto para construir el nuevo hospital, la viceconsejería de Medio Ambiente toma en consideración que en el proyecto no se ha contemplado la construcción de zonas verdes y que toda la superficie deberá estar cubierta "por soleras o asfalto que impidan el contacto directo con el suelo". Se trata, como dice un representante municipal, "de reconocer que hay mierda, pero como la tapamos no pasa nada".
Sin descontaminar La resolución de Medio Ambiente zanja además la polémica sobre quien debía costear las labores de descontaminación del suelo elegido para el centro sanitario. El alcalde socialista de Eibar, Miguel de los Toyos, siempre había afirmado que la descontaminación correría por cuenta del Gobierno Vasco, pero en febrero de este año, el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Eduardo Gárate, le contradijo al señalar que "el Ayuntamiento debe acometer, en principio, un plan de excavación y caracterización del suelo para la descontaminación del mismo". Ahora, la Viceconsejería de Medio Ambiente posibilita construir el hospital sin hacer la descontaminación del terreno.
La evaluación de los riesgos derivados de la existencia en el emplazamiento del nuevo hospital de "contaminantes en concentraciones superiores a los valores de referencia" apunta que no se ha considerado el contacto directo con el suelo de ninguno de los receptores (incluidos los trabajadores de la obra de construcción del hospital). Y sólo deja abierta la vía de inhalación de vapores procedentes del suelo y el agua subterránea.
Estas consideraciones son vistas por profesionales del sector como "de ciencia-ficción", aunque reconocen que están dentro de las normas. De ahí que Medio Ambiente haga la declaración de "suelo alterado".
Dejarlo para el siguiente Desde la oposición municipal de Eibar observan con preocupación que los últimos trámites para hacer realidad el proyecto del hospital se hayan hecho a toda prisa con el objetivo de dejarlo todo decidido pero para que lo tenga que ejecutar el Gobierno entrante. Eva Juez, portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Eibar, señaló que "el Gobierno Vasco ha dado en las últimas semanas muchos pasos para materializar el proyecto del Hospital de Subagudos, pero sin aportar presupuesto para hacerlo, de forma que eso recaerá en el próximo Gobierno Vasco". Juez puntualizó que el PNV no se ha opuesto nunca a la construcción en Eibar de un hospital para crónicos, pero sí es muy crítico con "la forma en que se han hecho las cosas" y con el emplazamiento elegido. La portavoz nacionalista explicó que el solar de la Avenida de Otaola no es adecuado para un centro sanitario destinado a media/larga estancia de enfermos crónicos "porque está rodeado de empresas y en un sitio con mucho tráfico, no tiene la amplitud necesaria y está contaminado". A eso se suma que el Ayuntamiento de Eibar pagó por el terreno, que ha sido cedido al Gobierno Vasco, 5,5 millones de euros en una operación que supuso una suculenta ganancia -de más de un millón de euros- a la empresa de gestión inmobiliaria Eibar Berri. "La compra de ese solar -dijo Eva Juez- supuso un desembolso importe y ha hipotecado la capacidad inversora del Ayuntamiento". "Creemos -añadió la portavoz del PNV- que se han forzado las cosas para que todo el proyecto encaje en ese solar y para dejarlo encarrilado antes de que los socialistas abandonen el Gobierno".
Igor Aldalur, portavoz de Bildu en el Ayuntamiento, apuntó que el hecho de que Medio Ambiente indique que debido a la existencia de sustancias tóxicas todo el solar debe estar cubierto o asfaltado "no es buena señal" y mostró su preocupación por los efectos en el medio ambiente de los trabajos de excavación una vez que empiecen las obras del nuevo hospital. Aldalur criticó que el equipo de gobierno municipal se negara a estudiar otros posibles emplazamientos porque "tenían la vista puesta en este solar desde el principio" y explicó que a la existencia de suelos contaminados se une la cercanía de la carretera y que "hay mucho ruido". El portavoz de Bildu destacó que el Ayuntamiento de Eibar ya ha invertido en el solar unos 6 millones de euros, y de momento "lo único que tenemos es el parking más caro del mundo". Su formación asume las conclusiones del Plan Funcional que establecen la necesidad de un hospital en la zona, pero como alternativa al proyecto impulsado por el PSOE propone dos alternativas: ampliar el de Mendaro o construir uno nuevo en Eibar en un emplazamiento idóneo para una infraestructura sanitaria.
Al concurso para la adjudicación del proyecto del futuro Hospital de Subagudos de Eibar, que salió a licitación a primeros de septiembre, se presentaron un total de 28 empresas. Las obras del nuevo centro sanitario cuentan con un presupuesto de licitación para su construcción de 29,9 millones de euros y la duración del contrato será de 28 meses.
l Área de atención. El Plan Funcional plantea que el Hospital de Eibar atenderá a 25 municipios, un total de 195.350 personas, de las que 37.100 son mayores de 65 años. La cobertura va desde los municipios del Bajo y Alto Deba hasta el Duranguesado o Lea Artibai.
l Centro. El complejo hospitalario se levantará en la avenida de Otaola de Eibar. Dispondrá de 82 camas, se prevén 3.150 consultas externas al año, 20 plazas de hospital de día y 14.000 sesiones de rehabilitación ambulatoria.
l Emplazamiento. El hospital ocupará un solar de 6.600 metros cuadrados que el Ayuntamiento de Eibar compró a la empresa Eibar Berri por 5,5 millones de euros y posteriormente cedió al Gobierno Vasco. El terreno albergó la antigua fábrica de Mendiguren y Zarraua y está en el centro de la localidad.
l Coste. Las obras para la construcción del centro tienen un presupuesto de licitación de 19,9 millones de euros y, según lo previsto, afectará a los tres próximos años: 5 millones en 2013, 15,7 en 2014 y 8,5 en 2015.