VITORIA. La actividad policial en busca del cierre del mayor número posible de puntos de distribución de estupefacientes en la capital alavesa salpica la actualidad de referencias a operaciones relacionadas con la clausura de negocios de menudeo de sustancias como la cocaína o el hachís en locales de hostelería sitos en barrios consolidados de la ciudad. En ese sentido, ayer se tuvo conocimiento de un nuevo operativo y de una detención de un presunto narco durante la mañana del pasado viernes en un conocido bar de Zaramaga. Al respecto, fuentes del Departamento vasco de Interior explicaron que el arrestado, de 40 años, lo fue como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. No en vano, los investigadores le descubrieron en posesión de nueve bolas de hachís, de una navaja y de una cierta cantidad de dinero en metálico que, previsiblemente, devendría de la venta de distintas cantidades del citado estupefaciente.
El relato policial facilitado a este diario por portavoces de la Ertzaintza indica que a primera hora de del día de autos se estableció un dispositivo policial camuflado en las inmediaciones del local sospechoso. Al parecer, distintas informaciones previas habrían alertado a la Policía autonómica de la posibilidad de que el establecimiento en cuestión hubiera cambiado sus usos. En concreto, el soplo alertaba de que el local se estaba utilizando como una especie de tapadera para desarrollar otro tipo de actividades ajenas a la hostelería y relacionadas con sustancias estupefacientes.
Bajo esa perspectiva, los integrantes del dispositivo policial descubrieron una constante que se repetía con cierta frecuencia. No en vano, los agentes observaron que la pauta incluía la entrada de múltiples clientes que salían sin dejar tiempo para degustar siquiera una consumición. Por ello, los mandos responsables del operativo decidieron precipitar los acontecimientos. Así, a las once y media, los integrantes del retén responsable de la operación procedieron a interceptar a uno de los clientes que había permanecido un breve espacio de tiempo dentro del local. En su poder hallaron una bola prensada marrón confirmando éste que se trataba de hachís. También confesó que se la había comprado a un individuo que se encontraba en el citado bar.
Una vez comprobada la veracidad de la evidencia descubierta, los agentes accedieron al interior del local. Al entrar descubrieron en la zona de los baños al supuesto vendedor, el cual en ese momento tenía una navaja en la mano. Al parecer, según la Policía, aquél se encontraba manipulando una pieza de hachís. Al verse sorprendido trató de atrancar la puerta del aseo. No obstante no pudo. Finalmente los ertzainas pudieron acceder al habitáculo convertido en centro de operaciones. Al hacerlo, encontraron en poder del sospechoso un total de nueve bolas de una sustancia, previsiblemente hachís, una navaja y cierta cantidad de dinero. El presunto traficante fue detenido y acto seguido trasladado a la comisaría con el fin de realizar los pertinentes trámites antes de pasar a disposición judicial.
En otro orden de cosas, agentes adscritos a la citada comisaría detuvieron a últimas horas de la tarde del viernes a un varón de 25 años de edad. En principio, se le imputa por ser el presunto autor de un delito de robo con violencia en un comercio. Al verse sorprendido robando prendas de vestir en la tienda agredió al vigilante de seguridad.
Todo ocurrió pasadas las siete y media de la tarde. Entonces, el responsable de seguridad de un centro comercial de Zaramaga solicitó presencia policial en el lugar, ya que, según indicó, habían sorprendido a un individuo robando ropa en uno de los establecimientos allí situados. Una patrulla de seguridad ciudadana acudió al lugar y el vigilante hizo saber a los agentes que él mismo a través de las cámaras de seguridad había visto instantes antes al sospechoso sustraer diversas prendas.
Según señaló, cuando dicho individuo trataba de abandonar el comercio con la mercancía robada había tratado de interceptar su marcha, haciendo éste caso omiso a sus indicaciones y emprendiendo la huida. Al parecer, tras una persecución había logrado darle alcance en el aparcamiento. Allí mantuvo con él un forcejeo para lograr retenerle. En el transcurso de la gresca, el presunto ladrón agredió al guardia. Tras realizar las necesarias verificaciones se procedió a la detención del autor del robo.
Accidente en ribera alta Por último, el vuelco de una furgoneta Fiat Scudo a las 11.35 horas de ayer en la AP-68, a la altura de Pobes y en sentido Zaragoza, dejó tres heridos -una mujer de 43 años de edad, y sus dos hijos de 6 y 2 años-.