Vitoria. Los datos sobre delincuencia tienen tantas lecturas como intereses políticos. Ayer, la concejal responsable de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Vitoria, Marian Castellanos, decidió dibujar un escenario optimista al anunciar -y reiterar- que el conjunto de delitos y faltas registrados en la ciudad en lo que vamos de año ha bajado un 12,95%, un descenso que atribuyó en parte a la mayor presencia policial en las calles. Cuando tocó concretar, sin embargo, lo hizo de pasada. Había cifras que oscurecían su balance, como el incremento del 31% que han experimentado los hurtos; es decir, todos aquellos robos sin violencia por un valor inferior a los 400 euros.

La falta de recursos por culpa de la crisis económica parece estar estrechamente vinculada al incremento de este tipo de delito. Ayer mismo, en la calle Dato a las 15.50 horas, se produjo un intento de hurto. "Al ladrón, al ladrón", chilló desesperada una mujer mayor. Un joven acababa de llevarse su bolso de un tirón. Los viandantes respondieron a sus gritos tratando de cercar al chico y, de pronto, aparecieron dos agentes vestidos de paisano. Lo pusieron contra la pared y lo detuvieron. La víctima se acercó al ladrón y, mientras éste le pedía disculpas, ella le reprochó que le hubiera hecho daño y le aseguró que si necesitaba dinero no tenía más que habérselo pedido. "Porque se lo habría dado, pero esto no se hace", aseguraba la jubilada, todavía con el susto en el cuerpo.

Suena incluso cómico, si no fuera por la triste realidad que se agazapa tras muchos hurtos. Desde las filas del PSE, la edil Maite Berrocal se atrevió a afirmar que medidas como la de reducir a la mitad el presupuesto del comedor de Desamparadas "están abocando a todas esas personas que, según el equipo de gobierno, no tienen derecho a comer o trafican con los vales a cometer hurtos y pequeños delitos". La concejal de Seguridad Ciudadana le acusó de "hacer campaña electoral" con semejante acusación e insistió en el cómputo global de los delitos y faltas, así como en algunas tipologías concretas, como el robo con fuerza (que ha bajado un 25,9%) o el de vehículos (un 28% menos). Además, Castellanos subrayó la mejora de la seguridad en los nuevos barrios. En Salburua, dijo, la delincuencia en general ha descendido un 18%. De Zabalgana, sin embargo, no ofreció datos.

Bicicletas En el turno de ruegos y preguntas de la Comisión de Servicios a la Ciudadanía, Bildu volvió a poner sobre la mesa el incremento de hurtos, y concretamente los relacionados con las bicicletas. La coalición abertzale advirtió de que "en los nueve primeros meses del año se robaron más de 1.100 bicicletas, una cifra que sigue superando a la del 2011". Castellanos apostó por la labor que están realizando el grupo de trabajo y la unidad de investigación encargados de controlar esta lacra, aunque volvió a insistir en la "necesidad de crear un registro obligatorio" de bicicletas.