Vitoria. La crisis económica ha llevado a muchos alaveses a hacer un alto en el camino y matricularse en una escuela de idiomas para enriquecer sus conocimientos y también su currículum. Unos aprovechan el tiempo libre que les ha quedado tras perder su empleo, mientras que otros retoman el cuaderno de ejercicios una vez terminada su jornada de trabajo. Casi 9.000 personas se han inscrito este curso en la Escuela Oficial de Idiomas de Vitoria, que en sólo un año ha visto cómo a la hora de elegir una lengua los alaveses han modificado sus prioridades.
Así, el euskera, que hasta ahora era uno de sus principales objetivos, ha ido perdiendo peso en comparación con las lenguas extranjeras. En concreto, este curso 208 personas que habían solicitado plaza en el nivel C1, que concentra la mayor parte de la demanda, se han quedado fuera de este centro, menos que otros años. Lo mismo ha ocurrido en las academias privadas, que ven cómo la pérdida de empleo público ha reducido el interés por obtener el perfil lingüístico. "El aprendizaje era efecto de la administración, que ya no da más de sí", asegura Carmen Arnal, de la Academia Zador.
De esta misma situación también se han hecho eco los euskaltegis, que han visto cómo el número de alumnos inscritos ha bajado un 20%. Los centros culpan de este descenso a los recortes introducidos por parte del Gobierno Vasco, que entre otras cosas, ha retirado las becas para aprender euskera, pero también al trato que está recibiendo la lengua vasca por ejemplo en las distintas oposiciones que se han convocado a lo largo de este año. "El euskera ha ido perdiendo prestigio y al mismo tiempo se ha perdido la motivación por aprender esta lengua", denunciaba recientemente Mertxe Mujika, coordinadora general de AEK.
Los euskaltegis volverán a reunirse hoy con el Gobierno Vasco tras el intento fallido del pasado día 28 por intentar dar con una solución que evite la pérdida de alumnos. Cabe recordar que el Departamento de Blanca Urgell solicitó a los euskaltegis datos concretos de matriculación con el fin de estudiarlos detenidamente, y les pidió un plazo de una semana antes de tomar alguna medida.
Situación bastante diferente es la que viven las lenguas extranjeras. El anuncio de la canciller alemana, Angela Merkel, de ofrecer trabajo cualificado a los jóvenes españoles con conocimientos básicos del idioma podría haber calado en la sociedad vasca. Aunque el paro juvenil no es tan preocupante como en el resto del Estado, lo cierto es que cada vez mas gente podría estar empezando a hacer planes para marcharse al extranjero.
En la Escuela Oficial de Idiomas no se atreven a ir tan lejos a la hora de hacer una lectura de los datos de matriculación de este curso que acaba de arrancar, pero lo cierto es que la demanda para aprender alemán ha experimentado un auténtico boom. Sólo en el nivel más básico (A1) un total de 533 personas se han quedado sin plaza, lo que supone un incremento del 20% respecto al curso pasado. "Está claro que la crisis influye, pero yo no diría tanto que los jóvenes se estén marchando fuera. Son las empresas, muchas de ellas internacionales, las que demandan este idioma", asegura José Antonio Santamaría, jefe de estudios de este centro.
Así, mientras que el dominio de inglés ya se da por hecho para acceder a una compañía con proyección internacional, cada vez se valora más que en el currículum vitae se incluya el alemán. Éste puede ser uno de los motivos por el que este año los vitorianos han acudido en masa a las escuelas de idiomas o academias privadas. En estas últimas, el crecimiento también ha sido importante, si bien es cierto que en algunos casos la tendencia viene de atrás. "La demanda de alemán creció hace tres años y se ha mantenido así. Está clarísimo que la gente quiere marchase de aquí", apunta Arnal.
En la Escuela Oficial de Idiomas el alemán no es la única lengua extranjera que ha experimentado un crecimiento. El francés lleva un camino similar. En el nivel inicial, donde la demanda es más potente, 403 personas se han quedado sin plaza. Por su parte, el interés por el inglés se mantiene en niveles similares a los cursos precedentes, aunque sigue siendo con mucha diferencia el idioma más demandado en la ciudad. "La mitad de los alumnos que se nos quedan fuera son de inglés", apunta Santamaría.