Médicos sin Fronteras se encuentra estos días en Vitoria para invitar a los ciudadanos a una ruta por la acción humanitaria. Éste es el objetivo de la campaña que está llevando a cabo esta organización sin ánimo de lucro, que cuenta en la capital alavesa con un total de 3.585 socios. El acto central de la campaña tendrá lugar esta misma tarde en el Palacio Villa Suso, que acogerá un diálogo abierto de la mano del periodista Jon Sistiaga y el presidente de MSF España, José Antonio Bastos.

Exposiciones, charlas, eventos y actividades virtuales completan el programa que ha traído la organización bajo el nombre Vitoria sin fronteras. De esta forma pretenden acercar a la ciudadanía el trabajo que llevan a cabo en los más de 100 países que intervienen, la mayor parte de ellos inmersos en un conflicto armado. El testimonio está siendo la pieza clave de estas actividades, y es que se trata de que quienes se han desplazado hasta estos países cuenten en primera persona lo que sucede allí. "Está claro que las palabras no sanan, pero si no se sabe se deja caer en el olvido", explica Alma Saavedra, delegada de la ONG en el País Vasco.

Por eso, la campaña incluye la proyección de distintos documentales a partir de mañana y cada jueves hasta el 18 de octubre, dentro del ciclo Kultur Campus. En ellos se recogen imágenes y testimonios de expatriados históricos de Médicos sin Fronteras que se han enfrentado a las grandes crisis humanitarias. La cita será a partir de las 20.00 horas en los cines Florida.

Además, este viernes se presentará el libro Vidas Sin Fronteras, del reportero Bru Rovira, uno de los periodistas que mejor conoce el trabajo de esta organización gracias a su dilatada experiencia en los principales conflictos de las dos últimos décadas. El acto contará con la presencia del autor y de Aitor Zabalgogeazkoa, ex director general de Médicos sin Fronteras. Por su parte, el Pabellón Universitario acoge del 8 al 31 de octubre una exposición en la que se repasan los 40 años de historia de esta organización médico-humanitaria. Otra exposición, Testigos del olvido, relata a través de la mirada de ocho grandes escritores como son Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez, Laura Restrepo, Juan José Millás, John Carlin, Laura Esquivel, Manuel Vicent y Leila Guerriero, distintas catástrofes humanas. La muestra se puede visitar hasta el domingo en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa.

En cualquier caso, para poder acceder a una información más completa acerca de la labor que hacen los profesionales que trabajan en este equipo, desde ayer se puede visitar el chekcpoint que se ha colocado en la plaza de Correos, con todo tipo de datos sobre las actividades que se desarrollan estos días en Vitoria y sobre las intervenciones que se llevan a cabo en todo el mundo. Para inaugurar esta especie de garita abierta a toda la ciudadanía se contó ayer con la colaboración de distintas personalidades del mundo de la cultura y del deporte, como son Patxi Zubizarreta, Aitor Ocio, Jon Arretxe, Juan Ibarrondo o Maider Unda.

Durante la inauguración de este punto de información, Médicos sin Fronteras recordó el carácter solidario de los alaveses, ya que actualmente hay más de 4.500 colaboradores y 43.631 en el conjunto de Euskadi. En este sentido, agradeció el apoyo que están recibiendo aún en tiempos de crisis, periodo en el que siguen sumando socios. "Es cierto que hay quien nos ha pedido que le bajemos la cuota pero impresiona que todavía haya gente que se siga haciendo colaboradora. Se han dado cuenta de que si aquí las crisis está repercutiendo, allí todavía lo hace más", añade Saavedra.

Médicos sin Fronteras fue creada en 1971 por un grupo de médicos y periodistas para ayudar a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados. A lo largo de 2011, los equipos de esta organización realizaron 8,4 millones de consultas externas, 450.000 hospitalizaciones, 127.400 intervenciones quirúrgicas y 170.000 consultas individuales de salud mental. Además, 1,4 millones de pacientes fueron tratados contra la malaria, 205.000 contra el VIH, 131.000 contra el cólera y 350.000 niños contra la desnutrición.