Aún es pronto para que la patología clásica del otoño-invierno comience a hacer de las suyas entre la población alavesa y a atestar las consultas médicas del territorio. Sin embargo, Osakidetza ya ha dado el primer paso para que todos los pacientes en situación de riesgo se suban al carro de la prevención cumpliendo con un trámite básico, acudir al centro de salud a vacunarse, y así evitar la expansión de la gripe en la medida de lo posible. La apertura de la campaña el pasado lunes 17, que en un principio se extenderá hasta el próximo 31 de octubre, vino acompañada de los mensajes habituales y de una previsión bastante alentadora.
Al igual que sucedió el año pasado, la gripe se comportará esta temporada de forma leve, con un patrón "light" según el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, aunque dejará algunos picos importantes de actividad durante los próximos meses de enero y febrero, que habitualmente son los más complicados. No cabe relajarse, porque aunque se trate de una enfermedad benigna en la mayoría de los casos puede generar complicaciones graves, especialmente, entre los pacientes crónicos y los mayores de 65 años.
La teoría no cambia, pero muchos ciudadanos encuadrados en estos grupos de riesgo aún se resisten a inmunizarse por uno u otro motivo. Lo mismo sucede con el personal sanitario, que presenta unas tasas de vacunación muy bajas campaña tras campaña, aunque las autoridades incidan en la necesidad de que los profesionales den ejemplo. El año pasado sólo fue inmunizado el 26% de los profesionales de la red pública vasca. Según insiste Osakidetza, este gesto reduce el impacto de la gripe entre los sanitarios, por lo que a la larga se da un menor absentismo laboral en la red, e impide una mayor transmisión del virus entre sus pacientes.
el mismo mensaje A pesar de que episodios recientes como la aparición de la gripe A han dejado muy tocada la credibilidad de los ciudadanos en las compañías farmacéuticas, el Servicio vasco de Salud insiste año tras año en un mismo mensaje: La vacunación es la medida preventiva más eficaz para luchar contra la gripe porque reduce la intensidad de la enfermedad -en caso de aparecer- y las complicaciones asociadas a ella y, además, apenas tiene contraindicaciones. La única es la hipersensibilidad a los huevos de gallina. Además, a las mujeres embarazadas se les recomienda esperar al menos al segundo trimestre de gestación para proceder a la vacunación.
Osakidetza ha adquirido 400.000 vacunas que este año incluyen tres virus, entre ellos el causante de la ya citada gripe A, y ha gastado dos millones de euros para la totalidad de la campaña con una reducción del gasto en publicidad de 400.000 euros respecto al año pasado. Cada una de las dosis adquiridas ha costado a la Administración vasca 2,83 euros, cerca de 50 céntimos menos que el precio más barato logrado entre las comunidades del Estado. El precio mínimo vía compra centralizada lograda por el Ministerio de Sanidad ha sido de 3,78 euros por vacuna, algo que da buena fe del ahorro logrado por la Ejecutivo.
más vacunas El año pasado fueron administradas 367.242 vacunas entre la población vasca, frente a las 356.922 de 2010, lo que demuestra que Osakidetza pretende aumentar sustancialmente las cifras de vacunación a lo largo de esta temporada. El equipo de Rafael Bengoa ya ha hecho números y aspira a incrementar la cobertura sustancialmente en todos los grupos de riesgo, por encima del 67% entre los pacientes crónicos, del 95% entre las personas institucionalizadas -enfermos ingresados en residencias y otros recursos- y del 30% entre los sanitarios.
El llamamiento de Osakidetza a que los colectivos de riesgo se vacunen no es baladí. Según los datos que maneja, el 81% de los casos graves ingresados a causa de la gripe en centros sanitarios vascos presentaban en 2011 factores de riesgo y no habían acudido a vacunarse durante la campaña antigripal. Además de reducirse gracias a la inmunización estos ingresos hospitalarios evitables, derivados de complicaciones importantes, también logra contenerse el número de consultas de atención primaria por síntomas propios de los procesos gripales y, por descontado, la mortalidad.
Según un reciente estudio realizado en el Reino Unido, la vacunación de pacientes de riesgo y profesionales evita 1,2 millones de casos de gripe, hasta cinco muertes asociadas a esta enfermedad por cada 100.000 habitantes, hasta 9,2 ingresos hospitalarios por 100.000 y entre 22 y 260 por 100.000 las consultas de atención primaria. Queda claro que más vale prevenir que curar.
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l Muertes por 100.000. La vacunación puede evitar un número muy importante de fallecimientos.