Vitoria. Quizás se puede decir más alto. Pero no más claro. La ganadería agoniza y su supervivencia en Álava pende de un fino hilo al que ya se le han deshilachado varios viales. Esta reflexión no es gratuita. Tan sólo se desprende de la petición desesperada de ayuda emitida ayer por la cabeza visible de la representación formal de los ganaderos alaveses, la UAGA -Unión Agroganadera de Álava-, el también ganadero José Antonio Gorbea. Éste, desde su posición, maneja los datos suficientes como para entender que las explotaciones ganaderas que aún trabajan en el territorio histórico ya han cogido el camino que lleva a su desaparición. Cuestiones como la sequía, la subida del precio de los forrajes y piensos, la bajada continuada de los márgenes y los impagos estarían detrás de esta situación límite. A todo ello se sumaría la dejadez institucional a la hora de facilitar la sostenibilidad del campo.
La situación, en definitiva, parece poco halagüeña. Incluso, tal y como ha podido constatar este diario de fuentes del sector, ya se habría empezado a descontar desde la caja de resistencia, que podría alargar la agonía hasta un máximo de dos años. Después, muchas de las actuales explotaciones ganaderas tendrían que cerrar las puertas o buscar la viabilidad en otros nichos del mercado. Por todo ello, desde la UAGA se ha decidido adoptar medidas. La primera de ellas consiste en hacer visible la situación crítica que afecta al sector. La segunda, y quizás la más importante, pasa por exigir un compromiso real de las instituciones con competencias en la materia -fundamentalmente Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava- para evitar la desaparición a corto plazo del sector ganadero alavés. En ese sentido, Gorbea explicaba ayer que "la supervivencia del agro alavés se encuentra ahora mismo en la cuerda floja. Mientras tanto, la Administración sólo da buenas palabras y no medidas concretas de ayuda". En principio, las palabras de Gorbea parecen justificar la situación de angustia que vive parte del sector.
No en vano, entre las 80-90 explotaciones del territorio que se dedican al vacuno de leche, de seis a ocho estarían planteándose el cierre. El resto barajarían subsistir con medidas como la disminución de la cabaña. Todo ello obedece a una situación de mercado incomprensible y poco viable, donde los gastos de producción ya superan con creces a los de venta del producto. Según datos de la UAGA, la leche se paga a 0,30 céntimos el litro a los ganaderos cuando ya el pienso cuesta 0,40 céntimos, gasto al que habría que sumar el del forraje, entre otros.
En cuanto a las explotaciones especializadas en el vacuno de carne, la situación no es mejor. Sus quebraderos de cabeza se asoman a los libros de cuentas, que desde hace tiempo no cuadran. El caso es que fuentes del sector confirman que las tarifas que se pagan por piensos y forrajes se han incrementado en una horquilla de entre el 30% y el 40%. Mientras, los precios de venta de la materia prima continúan estancados por tercer año consecutivo.
Por otra parte, la subida de los costes alimenticios también afectaría al ovino de leche, un sector que lleva arrastrando desde hace más de un año impagos por parte de las queserías industriales, tal y como ha reflejado este diario en varias ocasiones. "Y de esto, además de las industrias, son responsables las propias instituciones ya que estos morosos incumplen la ley de productos perecederos que obliga a abonar a 30 días desde la entrega como máximo", denuncia Gorbea. Por ello, desde la UAGA se censura la falta de compromiso real de los ejecutivos foral y autonómico. "Nos hemos reunido con ambas instituciones y sólo hay buenas palabras. En Lakua argumentan que al estar en elecciones no se pueden habilitar partidas económicas. Pero, el sector no puede esperar, estamos en la cuerda floja y vamos a desaparecer si quien tiene que hacerlo no lo remedia". Las críticas también se fijan en el Departamento de Agricultura de la Diputación. "En las últimas declaraciones, Borja Monje sólo se acuerda de Rioja Alavesa y de sus problemas de sequía y pedrisco. Como sindicato, sabemos que necesitan ayudas y las apoyamos, pero al diputado le recordamos que hay otros sectores en situación crítica, como ahora está el ganadero, de los que no se tienen que olvidar".
Dada la situación, no es de extrañar que los ganaderos hayan empezado a visualizar sus protestas. En concreto, el sindicato EHNE -al que pertenece la UAGA- llamaba ayer a los ganaderos de vacuno de leche de Navarra y la CAV a concentrarse frente a un centro comercial de Barañain para protestar por el abuso de las grandes cadenas de distribución, "que están llevando al sector a la ruina".
Política agraria común En otro orden de cosas, la consejera de Agricultura y Pesca, Pilar Unzalu, manifestó ayer su "profunda preocupación" por la "gran indefinición" en que se encuentra aún la Política Agraria Común (PAC) "tanto en lo referido a conceptos básicos como a su dotación económica". La gestora socialista asistió en Bruselas a varias reuniones sobre la PAC, que regulará la agricultura comunitaria a partir de 2013.
La Unión Agroganadera de Álava ha reivindicado la autoría moral de la decisión adoptada por el diputado foral de Agricultura, Borja Monje, a la hora de facilitar hectáreas para viñedo. A juicio de la UAGA, lo que saldrá a reparto "no es de pago (tránsfer) sino gratis (sobrantes del SIG). Además, el viticultor que reciba esas hectáreas podrá decidir si las planta como tinto o como blanco, que era otra de nuestras reivindicaciones. Así, se sabrá la apetencia real que existe en la comarca para plantar blanco", señaló a este diario Rafael Fernández, responsable del sector vitivinícola de la central agraria, que también dejó claro que esta decisión "se recoge nuestra reivindicación, ya que veíamos que es una fórmula correcta".