Vitoria. El dato más gráfico para explicar lo que está sucediendo con los jóvenes en Euskadi en los últimos años se lo encontraron los técnicos del Observatorio de la Juventud cuando, a la hora de preparar su estudio Empleo juvenil en la CAPV, tuvieron que olvidarse de lo que ellos consideran ser joven y cambiar sus esquemas. Habitualmente entran en esa categoría las personas de hasta 29 años, pero como este trabajo forma parte de uno más amplio sobre la emancipación, y ésta se produce de media en Euskadi a los treinta años, hubo que ampliar el abanico hasta los 34 años de edad.
Desoladora constatación de partida, que se explica por el hecho de que a día de hoy más de la mitad de los jóvenes vascos -de entre 16 y 34 años- depende de su familia, parcial o totalmente, para llegar a fin de mes. La principal fuente de ingresos son los padres para el 36% de la juventud, e incluso un 10% de personas de entre 30 y 34 años aún depende en lo económico exclusivamente de su familia de origen. Otro 13% de la juventud vive a medias de los ingresos familiares y de los suyos propios, el 28% vive de sus ingresos exclusivamente, y un 15% a medias entre sus ingresos y de los de su pareja. Otro 6% depende exclusivamente del dinero que su compañero o compañera trae a casas. La dependencia de la pareja es mayor entre las mujeres vascas, entre quienes están en paro y entre las personas extranjeras.
Otro dato llamativo es que aunque el paro se ceba con los jóvenes -está en el 18%-, el 81% de ellos ha desempeñado algún empleo remunerado a lo largo de su vida, y más de la mitad -56%- compaginó estudios y trabajo, lo que echa por tierra el perfil ni-ni (ni estudian ni trabajan) y habla de un sector de la población que antes de los 35 ha pasado de estudiar una carrera superior -casi la mitad son licenciados- a trabajar en empleos más o menos acordes con su formación para, al final, en muchos casos, pasar a engrosar las colas del paro.
El estudio del Observatorio de la Juventud, con esas premisas de partida, ha elaborado una encuesta para comprobar con cuánto dinero pasan el mes los jóvenes de la CAV. Este dato de disponibilidad económica mensual presenta una fuerte dependencia de la edad. Así, nueve de cada diez jóvenes de 16 a 19 años disponen de menos de 300 euros al mes, aunque según se van haciendo mayores cuentan con más recursos. Tampoco demasiados, por otro lado. Entre los 30 y los 34 años, tan sólo el 25% de esta población dispone de más de 1.200 euros mensuales -por persona, no por familia o por pareja-.
En cuanto a los jóvenes actualmente en el paro, sólo un tercio cobra prestaciones por desempleo. Además, el 70% ha buscado activamente empleo en los últimos tres meses, y lleva una media de nueve meses sin encontrarlo. La mayoría de ellos "siente que es poco o nada probable" dar con un trabajo, por lo que en general "cunde el desánimo", según el estudio. Hay quien ha renunciado a seguir buscando, generalmente un joven mayor de 24 años, que ha trabajado con anterioridad, con un nivel de estudios bajo y que vive habitualmente en pareja.
Por otro lado, ante un panorama laboral bastante negativo, casi nadie se atreve a crear un negocio por su cuenta. Sólo el 12% está dispuesto a hacerlo, y quien lo ha hecho alguna vez, el 6% de los jóvenes parados, ha salido escaldado de la experiencia.
Estos datos no significan que los jóvenes vascos no quieran trabajar. De hecho, el 88% está dispuesto a cambiar de profesión, un porcentaje que se eleva hasta el 93% entre los jóvenes que sólo cuentan con estudios básicos. Un 75% aceptaría un trabajo de categoría inferior a la que cree que tiene, y entre las mujeres, en evidente situación de desventaja en el mercado laboral, la cifra asciende al 79%. Por último, el 65% de la juventud vasca desempleada trabajaría por menos dinero del que considera adecuado a su preparación. La mayoría valora más la estabilidad en el trabajo que la remuneración.