Vitoria. El desempleo juvenil es una de las principales lacras de la economía tanto en el Estado como en Euskadi, pero al menos los jóvenes vascos que cuentan con un trabajo están relativamente satisfechos con su situación. Así, la mayoría lo considera interesante, cualificado, estable, con futuro y relacionado con su formación. El problema es que no se sienten bien remunerados. Sólo el 53% de los encuestados considera que le pagan lo que le corresponde, y el porcentaje desciende cuatro puntos entre las mujeres.

Por otro lado, el 51% considera que realiza una tarea repetitiva, y el 40% se confiesa estresado. Sólo un 18% siente que desempeña un trabajo peligroso, y en esta ocasión son los hombres quienes elevan la estadística, pues casi uno de cada cuatro cree que podría sufrir un accidente laboral.

A día de hoy, por otra parte, la edad media de acceso a un trabajo remunerado entre la juventud de la Comunidad Autónoma Vasca son los 19,4 años. El acceso es más temprano entre quienes tienen estudios obligatorios (17,8) y secundarios (18,8), y más tardía para los personas jóvenes con estudios superiores (20,5 años).

El modo de acceso más frecuente al primer empleo es la búsqueda a través de familiares y amistades (41%), seguido de la búsqueda personal directa (30%). La intercesión de familiares y amistades es aún más importante para las personas jóvenes de origen extranjero, que lo mencionan en un 53% de los casos. La encuesta pone de manifiesto que la opción de acudir a una ETT, a un centro formativo o a un servicio público de empleo no despierta la confianza de los jóvenes vascos.

En cuanto a las características de los trabajos desempeñados por la juventud vasca, la tónica general es la estabilidad. El mayor porcentaje, 43%, es el de quienes llevan más de tres años en el trabajo, mientras que un 27% lleva entre uno y tres años, un 13% entre seis meses y un año, y un 17% menos de seis meses.

La mayoría de la juventud con trabajo no permanece en el primer empleo (82%); a la mitad de ellos se les acabó el contrato, los despidieron o se encontraron con que la empresa había echado la persiana, pero un 34% de quienes cambian de aires lo hacen por voluntad propia, un dato destacable en los tiempos que corren.

Un 53% de los jóvenes que tienen trabajo disfruta de un contrato indefinido, frente a un tercio con contrato temporal, que suele ser por obra o estacional. Por último, un 9% de los jóvenes vascos se ha lanzado a la aventura y se ha registrado como autónomo. La economía sumergida también juega su papel, y así un 3% declara trabajar sin contrato, porcentaje que se eleva en un punto en el caso de las mujeres.

Una abrumadora mayoría, el 80%, desempeña sus tareas en la empresa privada, bien como asalariados -72%- o como autónomos, con el citado 9%. El 6% trabaja para la Administración, idéntico porcentaje lo hace en empresas públicas, y tan sólo un 3% cuenta con un empleo en una cooperativa.