PALMA. El piloto, entonces, decidió regresar a la plataforma de embarque y los 156 pasajeros que estaban a bordo fueron desembarcados, ha explicado la aerolínea en un comunicado.
Para reparar el fallo se trasladaron desde Londres hasta Menorca piezas de repuesto, ingenieros y una nueva tripulación de Ryanair en un jet privado para intentar minimizar el retraso, que aterrizó en la isla balear a las 17.00 horas.
A su llegada a Menorca, la seguridad del aeropuerto ordenó a los ingenieros de Ryanair que obtuviesen una autorización, lo que causó unas dos horas adicionales de retraso, antes de que se les permitiera reparar el defecto del avión, proceso que llevó otras cuatro horas.
Una vez realizadas las correspondientes pruebas de la aeronave, se autorizó su despegue a las 0.05 horas, con un retraso de 12 horas.
Ryanair añade en la nota que suministró a los pasajeros vales de refrigerios y se disculpó por este retraso inevitable. Sin embargo, aclaran, "la seguridad debe tener prioridad sobre cualquier otra consideración".