Lapuebla de Labarca. El próximo día 5 finaliza el plazo para la entrega de las muestras de vino de las bodegas de la Denominación Rioja Rioja que quieren participar en el concurso más abierto que existe en la demarcación, como es el XIX Concurso de Vinos. No es un certamen con premios en metálico, sino algo más importante. Se trata de la selección a través de una cata ciega, con profesionales de reconocido prestigio, que deciden los mejores vinos. Los elaboradores reciben como premio una estatuilla que, hasta este año, tenía un formato clásico y que a partir de ahora pasará a guardar un diseño moderno. No obstante, tanto el reconocimiento que se dispensaba antaño como el que se va a estrenar este año nacen de la creatividad de Juanjo Martínez de Viñaspre, Anemias, personaje enormemente popular en la Cuadrilla de Rioja Alavesa y en toda Álava. Él mismo, ha definido su trabajo de este año como Elipse de cata y lo ha descrito como "simples juegos de muñeca para trazar una elipse que, visual y sensorialmente, determinará los principales matices del futuro de un gran vino".

Este certamen, que se lleva a cabo en el marco de la Fiesta de la Vendimia, es exclusivo para todos los vinos con Denominación de Origen Rioja ya que integra a las tres subzonas: Baja, Alta y Rioja Alavesa. Sus fases de selección y resultados constituyen cada año un barómetro de la calidad de los vinos que se elaboran en la Denominación de Origen Calificada Rioja e indica qué bodega despuntará esa añada con sus productos.

Las bases del certamen fueron establecidas, a petición de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, por la Casa del Vino de Laguardia donde está establecido el Servicio de Viticultura de la Diputación Foral de Álava. Esas bases, que se van adaptando a los formatos y tendencias de la propia Denominación, cuentan con un apartado de Vinos Singulares para aquellos elaborados con criterios personalistas y conocidos como de autor, garaje o de alta expresión". Asimismo, desde la última edición, los vinos blancos se han dividido en dos apartados: con y sin madera.

Otra razón para el enraizamiento de este concurso en el mundo de la enogastronomía es que el jurado está compuesto por técnicos muy cualificados, profesionales del sector y dependientes de varias entidades públicas, además de estar homologado por el Ministerio de Agricultura, a petición de Gobierno Vasco. Ello permite a los galardonados aludir y exhibir el premio obtenido en su etiqueta. Pero tal vez el punto más valorado por los bodegueros sea la particularidad de que es la propia organización del concurso la que se presenta en cada bodega para recoger al azar las muestras de los vinos.