Al menos doce grandes ciudades españolas tienen ya regulada mediante ordenanzas municipales la prostitución callejera, con multas a clientes y meretrices que van desde los 750 a los 3.000 euros, aunque aún hay muchas capitales de provincia que no cuentan con una norma al respecto. Ejercer la prostitución o practicar actos sexuales en la vía pública son conductas prohibidas en los municipios, que sin embargo en los últimos tiempos han ido elaborando ordenanzas que endurecen las sanciones.