Vitoria. La natalidad en el País Vasco se sitúa entre las más bajas de los países de la Unión Europea, ya que en 2010 se quedó en 9,7 nacimientos por cada mil habitantes frente a los 10,7 de la UE. Con esta cifra, la Comunidad Autónoma Vasca sólo supera a Malta (9,6), Portugal (9,5), Austria (9,4), Italia (9,3), Hungría (9), Letonia (8,6) y Alemania (8,3).

Por el contrario, las tasas más elevadas corresponden a Irlanda (16,5), Reino Unido (13) y Francia (12,9). La tasa española de nacimientos es de 10,5 por cada mil habitantes, según los datos aportados por el Instituto Vasco de Estadística Eustat.

Si se comparan estas cifras con las correspondientes a 1975, se constata el cambio radical ocurrido en las últimas décadas, ya que en ese año el País Vasco tenía 19,1 nacimientos por cada mil habitantes.

Ese año, en España la cifra era de 18,8 nacimientos y en los países que integran ahora la UE-27 la media para este indicador se situaba en 14,7, por lo que la diferencia entre ambos años (1975-2010) es mucho menos acusada que en el caso de Euskadi.

En relación a las defunciones, si en 1975 la Comunidad Autónoma Vasca contaba con 7,1 defunciones por cada mil habitantes, en el año 2010 esta cifra aumentó hasta 8,9. En España, en los mismos años eran 8,4 y 8,3 defunciones, respectivamente, y en la UE 10,7 y 9,7 muertes. La evolución de este dato en Euskadi se debe al envejecimiento de su población. El País Vasco contaba en el año 2010 con el mayor porcentaje de población igual o mayor de 65 años (21,1 %) en comparación con los países de la UE-27 (17,4 % de media) y, además, con el menor porcentaje de población de edad menor de 15 años (14,6 %), con una media europea del 15,6 por ciento. Estos porcentajes eran para el conjunto del Estado del 16,9 y el 14,9%, respectivamente. Si se compara con el año 2000, los porcentajes en Euskadi fueron del 17,2 para las personas de 65 años y más y del 12% para las de menos de 14 años, mientras que en España fueron del 16,8 y del 14,9%, respectivamente.

Recientemente, en julio, una encuesta revelaba que la crisis merma las ganas de tener hijos, por lo que se prevé que la baja natalidad vaya en un futuro cercano a más. Según el estudio, la gran mayoría de la población del País Vasco (77%) afirma que no piensa tener hijos en un futuro, un porcentaje 21 puntos mayor que hace once años. En opinión del responsable del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco, Víctor Urrutia, "se desea tener hijos pero las condiciones socioeconómicas lo impiden". Urrutia ofreció estos datos al presentar La familia en la Comunidad Autónoma del País Vasco. El informe se ha elaborado a partir de 1.000 entrevistas realizadas a la población mayor de edad entre el 19 y el 20 junio de este año.

El estudio refleja que la familia es el ámbito al que mayor importancia conceden los vascos, ya que el 96% la considera "muy o bastante importante", por encima del tiempo libre, los amigos o el trabajo. En cuanto a la natalidad, el 46% cree que dos es el número ideal de hijos, el 19% optaría por tres y el 4%, por uno. Por otro lado, un 2% opina que lo ideal es no tener ninguno. Además, más de la mitad de la población (55%) considera que hoy en día es más difícil criar a los hijos que en el pasado. Asimismo, siete de cada diez vascos percibe que el esfuerzo económico que esto supone es mayor que antes. La media de hijos de la población vasca mayor de edad es de 1,4 hijos, la misma que en 2001. Esta cifra aumenta con la edad.

DESCENDENCIA En relación al futuro, casi ocho de cada diez ciudadanos de la comunidad afirma que no piensa tener descendencia. Por su parte, el 11% señala que tendrá hijos "con toda seguridad", frente al 22% registrado hace once años. Urrutia señala que la repercusión del rechazo a tener hijos puede ser "decisiva" a medio plazo debido al envejecimiento de la pirámide poblacional vasca. A su vez, ve que la situación de crisis de los últimos años "alimenta esta expectativa regresiva. El estudio confirma que las mujeres pasan más tiempo con sus hijos que los hombres. No obstante, ha aumentado la percepción de que ambos miembros de la pareja comparten el tiempo por igual, e incluso la de que son los varones los que comparten más tiempo. En este sentido, Urrutia apunta que "parece que los hombres se han sumado al carro del cuidado, pero esa pequeña aportación aparece como el doble en su percepción. Esa es la trampa de la igualdad de género", dice. Además, seis de cada diez entrevistados opina que tener hijos obstaculiza "mucho o bastante" la carrera profesional de una mujer.