vitoria. Tras muchos años de complicada gestación del reglamento que da sentido a la Ley de Acceso a la Abogacía y Procuraduría, los estudiantes y titulados de Derecho ya saben a qué atenerse. Hasta el momento toda persona que hubiera obtenido el título de Derecho se convertía en abogado por el simple hecho de colegiarse. Pues bien, a partir de ahora, los graduados en Derecho deberán cursar un máster de posgrado, realizar prácticas y superar un examen si quieren ser y ejercer como abogados o procuradores de los tribunales. Finalmente, los licenciados en Derecho -una titulación en proceso de extinción en las universidades debidos al proceso de Bolonia- quedarán exentos de estos requisitos.

Con la aprobación en mayo de los últimos flecos del reglamento de la Ley de Acceso a la Abogacía, se culmina un complicado proceso que arrancaba en 2006, cuando se aprobó la legislación básica. Durante la pasada legislatura, los ministerios de Justicia y Educación, los colegios de abogados y las universidades se enzarzaron en la redacción de un reglamento que llegó a contar con una veintena de borradores. Finalmente, a finales del año pasado, se aprobó sin el consenso de las partes, que, por otro lado, se sintieron aliviadas por el simple hecho de tener algo definitivo entre manos, que había causado tanta inseguridad al colectivo profesional, las facultades y los estudiantes. En el último tramo de este complicado proceso, los licenciados han conseguido arrancar al PP la exención total de estos requisitos para su colectivo.

Con los condicionantes que tendrán que superar a partir de ahora los graduados para ejercer como abogados, el Estado español se homologa a la Unión Europea, porque era uno de los pocos estados que no exigía requisitos adicionales a la carrera de derecho para ser abogado.

60 créditos A partir de ahora, los titulados en el grado de Derecho que quieran ejercer -quien pretenda opositar, por ejemplo, estaría exento- deberán realizar un máster de un año académico y 60 créditos ECTS, con un enfoque práctico, además de contenidos de orientación deontológica y profesional. Podrán impartir las clases las universidades, las escuelas de práctica jurídica de los colegios de abogados o las dos instituciones conjuntamente. En la última fase del máster o una vez concluido, los graduados deberán realizar unas prácticas de seis meses. Podrán elegir entre despachos de abogados, empresas, organizaciones sociales, administraciones públicas o notarías. Al finalizar tendrán que superar un examen estatal, del estilo del MIR de los médicos.

Debido a los retrasos en la aprobación del reglamento, los cambios de última hora y el proceso burocrático que supone la aprobación de cada nuevo plan de estudios, hay pocas universidades que tengan previsto ofertar el máster de Acceso a la Abogacía en el curso 2012-13. El posgrado de la UPV/EHU está pendiente de aprobación por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), pero la universidad confía en poder impartirlo el próximo curso, aunque sea con unas semanas de retraso. De esta manera, podrían matricularse los titulados de la primera promoción de graduados de Derecho que han salido en la universidad pública del curso que acaba de finaliza. En la Comunidad Foral, la Universidad de Navarra también ha anunciado que impartirá el máster a partir de este mismo otoño. La Universidad de Deusto, por su parte, ha pospuesto su máster conjunto con el Colegio de Abogados de Bizkaia hasta el curso 2013-14.

Para estas dos entidades, esa alianza no es nueva porque llevan varios años impartiendo conjuntamente el Máster en Abogacía y Práctica Jurídica que, aunque de carácter voluntario, ha servido a numerosos recién licenciados para prepararse en el ejercicio de la abogacía.

"El objetivo del máster oficial será el mismo, preparar a los titulados para ejercer la profesión de abogado", aprecia Aitzol Asla, director de la Escuela de Práctica Jurídica Pedro Ibarreche. del Colegio de Abogados de Bizkaia. "La diferencia sustancial es que tendrá una verificación más estricta por parte de la Aneca y las universidades, y un mayor contenido académico". Y, claro está, la "prueba de Estado". "Si preparamos para que los graduados puedan ejercer pero suspenden el examen final, fracasaríamos. Se trata de combinar los dos componentes, seguir manteniendo el espíritu de preparar a la gente para el ejercicio y superar la prueba de Estado", ejemplifica Asla.

derecho foral En los próximos meses se tendrá que desbrozar además el contenido del examen final, que, por el momento, no está del todo definido. Solo se conoce la prueba piloto que difundió el anterior Ministerio de Justicia. No sería una especie de reválida sobre los contenidos de la carrera, sino la comprobación de que el titulado tiene conocimientos sobre deontología y regulación profesional. Según ha trascendido, la primera parte de la prueba sería una batería de preguntas tipo test y tendría carácter eliminatorio, de manera que, de suspenderse, no se corregiría la segunda parte. Esta consistiría en un caso práctico que se realizaría en la misma jornada.

En cuanto a la logística del examen, se prevé que las pruebas se realicen simultáneamente en diferentes ciudades. Otro de los aspectos que están sin definir, reconoce Asla, es si los exámenes contemplarán los derechos propios de algunas comunidades, como el Derecho Foral vasco y navarro, o los derechos civiles propios de Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares a Galicia.

Tampoco está clara la fecha en la que se convocará el primero de los exámenes, aunque todo apunta a que será en el primer semestre del 2014. Esa será la última prueba de fuego que tendrán que superar los futuros abogados y procuradores de los tribunales para ejercer la profesión.

Unos abogados ataviados con toga y puñetas. Foto: dna

Una vía para no cerrarse puertas

Aún es una incógnita el número de graduados en Derecho que optarán por cursar el máster para ser abogados, aunque desde la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de Bizkaia se prevé una fuerte afluencia, porque "nadie que no sea el que quiera opositar quiere cerrarse puertas en estos momentos de crisis", asevera Aitzol Asla. De hecho, el colegio aconseja a los licenciados que han quedado exentos a "que hagan algo, este máster u otro, porque a la hora de competir están en desventaja en el mercado laboral respecto a los graduados que lo han cursado". De la misma opinión son dos licenciadas que acaban de terminar el máster de Abogacía y Práctica Jurídica, de carácter voluntario, que imparte de forma conjunta el Colegio de Abogados de Bizkaia y la Universidad de Deusto. Elena Díez y Ariane Arza realizaron prácticas en sendos bufetes y, mientras que la primera se ha instalado por su cuenta, a la segunda le ha contratado un sindicato. Para Ariane, es positivo que el posgrado sea obligatorio, ya que se trata de "una profesión de gran responsabilidad". A juicio de Elena, el máster "aporta una seguridad casi imprescindible para enfrentarse al mundo laboral".

La UPV/EHU pretende iniciar el máster este curso, mientras que la Universidad de Deusto lo pospone a 2013-14

Se baraja principios de 2014 como fecha más probable para el primer examen estatal, que no está del todo definido