París. La avalancha de nieve registrada en la madrugada de ayer en el macizo de Mont Blanc (Francia), se saldó con la muerte de nueve personas, según muestra el último balance ofrecido por las autoridades locales, que indica que entre los mismos hay dos españoles, tres británicos, tres alemanes y un suizo.
Los españoles fallecidos son el jefe del Grupo Especial de Rescate en Altura de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, Joaquín Aguado, de 51 años, así como el excursionista catalán Esteve Martínez, vecino de Sant Joan de les Abadesses (Girona) de 38 años y socio de la Unión Excursionista de esta localidad.
El grupo que se vio afectado por la avalancha estaba compuesto por casi una treintena de alpinistas y entre los mismos, según las últimas cifras, unos quince resultaron heridos y cinco salieron indemnes. En un primer momento se temió por la vida de otras cuatro personas a las que se llegó a dar por desaparecidas, pero finalmente fueron localizados, según informó la Gendarmería francesa, que explicó que ninguno de ellos se encontraba en la zona donde se produjo el alud.
españoles entre los heridos Fuentes de la embajada española en París confirmaron que además de esos dos muertos, entre los heridos hay también dos españoles: otro miembro de la Unión Excursionista, Guillem Ferrer, de 35 años, y un tercer excursionista, Toni Trilla, con problemas en la pierna. La avalancha ocurrió a las 05.00 hora local, según la alerta dada media hora más tarde por uno de los heridos, y se produjo en el llamado Mont Maudit (Monte Maldito) situado a 4.345 metros de altitud y una vía de acceso al Mont Blanc muy frecuentada en verano.
El alcalde de Chamonix (Alta Savoya), Eric Fournier, indicó ayer que "ningún boletín meteorológico había previsto riesgo de avalancha" pero que "una placa de hielo de 40 centímetros de espesor se ha desprendido". Las condiciones climáticas eran buenas en la zona, aunque según el servicio de meteorología local Météo France, el viento sopló fuerte ayer llegando a alcanzar picos de entre 60 y 70 kilómetros por hora.
Así, se atribuye el accidente a una placa de nieve acumulada por el fuerte viento que sopla en Los Alpes durante los últimos días. Este tipo de placas son muy inestables y suponen un grave riesgo para los montañeros. Asimismo, los medios aseveraron que en las últimas semanas ha nevado mucho en la zona y que la subida posterior de las temperaturas había debilitado la capa de nieve.
En este tipo de montañas los aludes son normales cuando las temperaturas empiezan a subir. Por eso mismo resulta extraño que se produjera el accidente cuando el grupo siniestrado salió precisamente a las 05.30 horas de la madrugada para evitarlos.
En esta montaña se registran una media de 40 muertes al año, aunque, al comparar el número de muertos con el número de alpinistas que transcurren por la montaña, se llega a la conclusión de que es una de las más seguras.
El equipo de rescate (PGHM), situado al pie de esa montaña, desplegó ayer un gran dispositivo para seguir buscando a los desaparecidos, ayudado por perros y por helicópteros, mientras que los heridos fueron trasladados a diversos hospitales de la región.
avalancha mortífera Se trata, según recuerda la prensa nacional francesa, de una de las avalanchas más mortíferas de los últimos años en Francia, donde la última de esa amplitud se remonta al verano de 2008, en la que murieron ocho alpinistas, tres de ellos suizos, cuatro alemanes y el guía de nacionalidad austríaca.
Al parecer, los alpinistas accidentados en esta ocasión se encontraban llevando a cabo la ruta de los cuatromiles, un camino poco común para ascender a Mont Blanc, pero que no tiene mayores riesgos técnicos, según aseveran los expertos en montaña de la revista Desnivel.