MADRID. Los dos detenidos, un español y un tunecino de unos 30 años, exigían a los estafados cantidades que oscilaban entre los 500 y 2.500 euros en función de si se les habían denegado los trámites de residencia o si estaban inmersos en expedientes de expulsión o multa.

Según ha informado la Policía, para llevar a cabo el engaño los detenidos pedían a las víctimas diversa documentación y el pago por anticipado de los servicios solicitados.

El dinero adelantado estaba destinado, supuestamente, al abono de las tasas de los trámites de extranjería y a sobornar a los funcionarios encargados de tramitar los expedientes.

La persona encargada de cobrar los honorarios y comisiones aseguraba a sus clientes tener contacto entre los funcionarios y autoridades encargadas de la gestión de los expedientes.

En alguna ocasión incluso los acompañaban a realizar los trámites, pero nunca coincidían con la persona encargada de su realización.

La mayoría de los estafados son de Madrid, Málaga, Valencia y Barcelona, por lo que los arrestados se desplazaban hasta estas ciudades para contactar directamente con los inmigrantes interesados en contratar sus servicios.

Estos desplazamientos eran facilitados por miembros de otras organizaciones criminales que los adquirían mediante el uso fraudulento de tarjetas de crédito.

En un registro realizado en una vivienda de Málaga, los agentes han intervenido diversa documentación recogida a las víctimas para los supuestos trámites de extranjería.

La operación ha sido desarrollada por la Sección de Medios de Pago de la Brigada de Delincuencia Económica de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Comisaría General de Policía Judicial.