vitoria. A Javier de Andrés le ha tocado marcar de cerca al fútbol y al baloncesto en los últimos tiempos. La polémica desaparición del Araberri por falta de financiación, en parte, por no ser estricta competencia foral, el lastre del convenio con el Alavés por Izarra, que se ha demostrado inservible, y la poco probable financiación foral para la Copa del Rey, ante la imposibilidad de llegar a todo, marcan la agenda deportiva del diputado general.

La gente no entiende acuerdos multimillonarios con Alavés y Baskonia y que no haya mucho menos dinero para que el Araberri no desaparezca.

La Diputación puede y debe de estar en el apoyo al deporte base y también a actividades económicas que generan dinero al territorio. Pero el Araberri no es ninguna de las dos cosas. Así que lo que necesita este equipo de semiprofesionales es encontrar apoyo no sólo de la Diputación. No quiero decirlo así pero, ¿cuál es la razón por la que tengo que apoyar al Araberri si no está dentro de esos dos supuestos y no a otras actividades económicas?

Y, sin embargo y a pesar de que el Gobierno Vasco ha mostrado su apoyo para traer la Copa de Rey a Vitoria, la Diputación y el Ayuntamiento se han mostrado reticentes. ¿No choca con la inversión realizada en la ampliación del Buesa Arena?

Se está demostrando que tenía una demanda superior a los 9.500 espectadores que poseía. Estamos hablando de unos 12.000 aficionados de media que está recibiendo el nuevo Buesa Arena y, en ese sentido, se está demostrando como un éxito. No hace falta que haya eventos excepcionales para lograr llevar al baloncesto 15.000 personas. Ya los ha habido en ciertos partidos. Sencillamente acabamos de hacer un nuevo pabellón y el dinero no llega para todo. Así de claro. Hay que escoger. Vamos hacia un modelo institucional diferente en el que la Diputación no lo cubre todo y no se puede aspirar a ello. Y si hay una actividad deportiva como ésta que es capaz de atraer mucho público y que genera actividad y dinero, el primer beneficiario, que es la hostelería, tendrá que comprometerse también. La hostelería tiene buenos rendimientos y podría comprometerse con mucha facilidad. Tiene que verse la implicación privada en muchas actuaciones de las que luego se beneficia.

Hace meses habló de reformular el convenio con el Alavés ante el proyecto frustrado de Izarra. ¿En qué punto se encuentra el acuerdo?

Hay un contrato firmado y nosotros tenemos que cumplirlo. Le he dicho a Josean Querejeta que quería revisarlo pero eso requiere la participación de las dos partes. Yo sí que se lo he planteado. Lo otro hay que planteárselo a él.

¿Qué planes hay para Izarra?

Tiene unas características muy complicadas para buscarle una utilidad en este momento. Aquello que promovió Claudio Rodríguez en torno a este contrato, no cabe pensar que pueda tener otro uso semejante. Incluso he llevado a una persona que tiene intención de hacer un colegio en Álava y no le interesa.

¿Tiene la sensación de que haga lo que haga nunca cae bien?

No. Hay muchas cosas que se hacen y encajan pero ésas no se publican. Además, a veces, la oposición no tiene otra alternativa que tomar decisiones de no adherirse y que se desgaste el Gobierno.