BARCELONA. "Hay un vacío enorme. No existe información ni docencia en adolescentes de entre 14 y 18 años sobre salud sexual, y no solo hablo de reproducción o utilizar el preservativo. Tras un estudio piloto, se nos pusieron los pelos de punta al ver el grado de vacío y desconocimiento", ha subrayado la presidenta de la Asociación Española de Andrología (ASESA), la doctora Ana Maria Puigvert.

Puigvert ha relatado que, a pesar de que la sociedad tiende a pensar que los adolescentes y jóvenes actuales tienen a su alcance más información que nunca sobre sexualidad, se ha detectado "un índice cada vez más elevado y muy preocupante de desinformación severa entre los adolescentes".

"Evidentemente, tienen capacidad de utilizar internet y redes sociales, pero no tienen ni la madurez ni la formación de base para saber qué es verdad y qué no es cierto. La desinformación es cada vez más amplia y ese conocimiento que tendría que venirles desde la escuela tampoco lo tienen", ha señalado.

En este sentido, ha lamentado el daño provocado por la sobreexposición a la publicidad o el uso indebido de internet: "Lo digo muy seriamente. A mí me preocupa mucho el alto índice de chicos jóvenes que piden una elongación o engrosamiento de pene, cuando ni siquiera han acabado su madurez hormonal".

El desconocimiento sobre el sexo, en todo caso, no es algo que afecte solo a jóvenes. Puigvert recuerda, por ejemplo, que las disfunciones eréctiles en adultos pueden ser a veces un síntoma de otras patologías ocultas.

"Más del 70% de hombres con disfunciones eréctiles tienen tras ello una hipertensión, una diabetes o un problema vascular, porque las arterias del pene son más finas. Todo eso no se sabe y muchos piensan que simplemente ya no tienen edad. Pues no. La sexualidad no se acaba, solo cambia con las etapas de la vida", ha indicado.

La clase médica tampoco se salva de este problema ignorado. Según la experta catalana, solo dos universidades españolas imparten formación en medicina sexual, a lo que debe sumarse que, con la crisis económica, muchos estudios académicos o talleres impartidos en escuelas se han visto recortados o eliminados.

"Una de las primeras barreras que nos hemos encontrado al hacer encuestas a los pacientes es que dicen que la mayoría de los médicos no preguntan sobre su sexualidad y, en segundo lugar, que ellos notan en algunos casos animadversión al plantear su problema. Es indispensable formar a los médicos.", ha recalcado.

"Sin ninguna duda, hay una rémora en la formación de los profesionales", agrega a Efe el presidente de la Fundación de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, José María Pomerol.

"En las facultades de Medicina es algo que se toca muy tangencialmente o prácticamente nada -ha alertado-. Los médicos no saben orientar a los pacientes y, en muchos casos, no se atreven ni a preguntar, porque no saben ni siquiera cómo enfocar el tema".

Pomerol, entre otros cargos codirector del Instituto de Andrología y Medicina Sexual de Barcelona y responsable de las unidades de Andrología del Hospital General de Cataluña y del Instituto Valenciano de Infertilidad, ha recordado que "el sexo es mucho más importante de lo que parece, ya que tiene muchas repercusiones en la vida familiar, social y laboral".

"Hay aún mucho desconocimiento. Si algo nos debería interesar es saber cómo y por qué somos así. Si entendiéramos bien cómo somos, entenderíamos mucho más por qué tenemos muchos problemas y cómo podemos evitarlos", ha dicho, antes de concluir: "Parece extraño que pasen los años, estemos en pleno 2012 y aún sea tan complicado".