IRUN. Cada 30 de junio, Irun recuerda con su alarde de armas la victoria de sus milicias sobre las tropas francesas en la batalla de San Marcial de 1522, que evitó que el ejército galo llegara a controlar la zona fronteriza.

El desfile tradicional, en el que las mujeres sólo participan como cantineras, ha sido esta mañana el primero en comenzar, a las 7:40 horas, para dirigirse a la plaza de San Juan, donde ha esperado la llegada de su general.

Iñaki Arruabarrena, que se estrenaba en el cargo, ha entrado con su caballo sin sobresaltos para pasar revista a la tropa y realizar las pertinentes descargas de escopeta, momento en el que el animal sí ha mostrado cierto nerviosismo.

Tras ello, los participantes han continuado el recorrido por las calles de la localidad fronteriza ante el numeroso público congregado en las aceras que aplaudía el paso de los soldados y las cantineras.

El alarde tradicional cuenta con el respaldo de la mayoría de los iruneses y, en esta ocasión, según los organizadores, han participado algo más de 8.100 hombres repartidos en 19 compañías.

A las 10:10 horas ha comenzado el desfile mixto, que ha discurrido por el mismo recorrido, y en el que han marchado en torno a un millar de hombres y mujeres soldados repartidos en diez compañías.

Ainhoa Ruiz de Arbulo, que por tercer año ha sido la general de este alarde, no ha tenido problemas con su caballo a la hora de entrar en la plaza de San Juan para pasar revista a las tropas.

Durante el recorrido del alarde mixto, también han sido constantes los aplausos desde las aceras, aunque había menos gente siguiendo este desfile.

El mixto ha sido apoyado por diferentes representantes institucionales como el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola, o la presidenta del instituto vasco de la mujer, Emakunde, María Silvestre.

Garitano ha deseado, en declaraciones a los periodistas, que esta fuera "una jornada festiva en paz tanto para ellos como para ellas porque", según ha dicho, "una fiesta que no es igualitaria no es una fiesta".