vitoria. Atrincherada en la tribuna de oradores del Parlamento Vasco, la consejera Gemma Zabaleta, alzó ayer su mano para agitar algunos papeles -y de paso también su tono de voz-, para intentar buscar respuestas a las reiteradas críticas y preguntas que formaciones políticas, instituciones y diversos colectivos vienen planteando desde hace ya varios meses sobre el discutido funcionamiento de Lanbide y, principalmente, sobre la problemática gestión del sistema de ayudas sociales. Y lo hizo, responsabilizando del colapso de toda la estructura a la Diputación Foral de Bizkaia que, el pasado día 13 traspasó los últimos tres mil expedientes de perceptores de RGI al Servicio Vasco de Empleo.

Así, en opinión de la titular de Empleo y Asuntos Sociales, los más de dos meses de espera hasta lograr una cita en oficinas alavesas, o las miles de personas en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca que aún no han podido cobrar la Renta de Garantía de Ingresos, tienen su origen en el sucesivo y escalonado envío de documentación por parte del Área de Acción Social vizcaino. Y es que, como la propia consejera expresó, en los seis primeros meses del presente ejercicio, la institución foral ha remitido "quince mil expedientes que han sido enviados gota a gota". Es decir, poquito a poquito; dando tiempo a ordenar y clasificar la totalidad de expedientes: más de setenta y siete mil en la CAV.

Pese a ello, Zabaleta insistió en empapelar a terceras partes y afirmó que esas quince mil fichas "han bloqueado el sistema" y que "Lanbide tiene que dar la cara por la mala gestión de la Diputación Foral de Bizkaia", que llegó a calificar de "escándalo" durante la primera de sus intervenciones en el hemiciclo. Desde la institución foral, la diputada de Acción Social, Pilar Ardanza, salió al paso de estos cargos y los negó recordando a la consejera que la Diputación ha administrado el sistema de coberturas durante más de dos décadas "de forma eficaz y silenciosa, pero desde que está Lanbide con este tema [un semestre], todo el día estamos hablando de alguna historia negativa".

"Tiro tinta..." En este sentido, percibió un amago del Gabinete de López y de la consejera por intentar echar balones fuera y comparó su actividad política con la técnica del chipirón, "tiro tinta, a ver si se tapan mis propios problemas y esas imágenes de las colas en las oficinas de Lanbide". No en vano, según indicó, la Diputación Foral de Bizkaia ha cumplido el contrato "de traspasar los expedientes antes de verano". Del mismo modo, Ardanza aseguró que no se han registrado tardanzas y que únicamente 1.141 recursos, correspondientes a expedientes anteriores al estreno de Lanbide están pendientes de resolución y que la Diputación se había comprometido a responder.