MADRID. La Administración Concursal de Viajes Marsans considera que la finalidad reparadora de declarar a los antiguos dueños del conglomerado turístico culpables de la insolvencia del grupo tendrá una eficacia "nula" ya que tanto Díaz Ferrán como Gonzalo Pascual presentan una situación de insolvencia.

En la primera jornada de la vista de calificación del concurso de acreedores de Marsans, la Administración Concursal del holding turístico ha subrayado que el fin último de declarar a ambos empresarios culpables es su inhabilitación y la reparación de la deuda de los acreedores que quede insatisfecha, un objetivo que es este caso "no sólo se ve lejano, sino inviable".

Por ello, ha señalado que la condena a aplicar para los antiguos dueños de Marsans es "prácticamente nula" ya que ambos sujetos son insolventes al encontrarse a su vez en concurso de acreedores, por lo que el embargo de sus bienes "no puede llevarse a efecto".

Los actuales administradores piden que los antiguos dueños de Marsans sean declarados culpables por agravar de forma "dolosa" la insolvencia de la compañía, que sean inhabilitados para administrar bienes ajenos por un plazo de hasta 15 años, que pierdan sus derechos como acreedores y que sean condenados a indemnizar por los daños y perjuicios ocasionados con su actuación.

En este sentido, el representante de la administración ha subrayado que la causa de la insolvencia de la compañía ha sido la "grave y monstruosa" falta de liquidez de Marsans causada por las continuas salidas de fondos de la tesorería de Viajes Marsans a otras sociedades, sobre todo a la matriz Teinver, que adeuda a la compañía de viajes unos 260 millones.

Por ello, ha alegado que el motivo de la quiebra no es, como indican los imputados, la retirada por parte de la licencia para vender billetes aéreos por parte de la Agencia Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en 2010 ni la exigencia de un aval de 20 millones para recuperarla.

Para solicitar la culpabilidad de los antiguos gestores de la compañía, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, la Administración Concursal ha señalado también las irregularidades contables, las inexactitudes documentales aportadas, la falta de colaboración y el retraso a la hora de presentar el concurso.

Además, el administrador concursal también se ha referido a la responsabilidad que tuvo en el agujero patrimonial del grupo Posibilitum Business, la sociedad de Ángel de Cabo, quien se hizo con el control de la compañía justo antes de que fuese declarada en concurso de acreedores en junio de 2010.

En su opinión, esta sociedad se hizo con Marsans con el único objetivo de liquidar la compañía "fingiendo" que el grupo tenía viabilidad para seguir apropiándose de los anticipos de los consumidores, lo que unido a los sueldos que fijaron para el nuevo cuadro directivo incrementó aún más insolvencia del conglomerado.

La Administración Concursal ha resaltado además que los dueños de la compañía dieron indicaciones para que los ingresos por la venta de servicios se dejaran de ingresar en las cuentas del Banco Santander y se pasaran a una a nombre de "Marsans Shopping" a fin de evitar embargos.

En este contexto, la Administración ha insistido en que la banca tenía una desconfianza "completa" en Marsans ya que a penas aportó créditos en la compañía y los que se concedieron se "volatilizaron" en pocos meses.