Vitoria. El colectivo de trabajadores del Consorcio para la Educación Compensatoria y Formación Ocupacional de Vitoria y los sindicatos ELA y CCOO volvieron a reiterar ayer su disconformidad con las decisiones adoptadas por los gobiernos vasco y municipal y por el alcalde, Javier Maroto. Éstas han convertido el futuro de muchos jóvenes en inexistente tras acelerar su política de recortes en materia de educación y dejar sin aire al citado Consorcio, encargado de formar a chavales con problemas evidentes. En ese sentido, el citado colectivo quiso dejar clara su postura y escenificar su malestar y preocupación por la pretensión del Ejecutivo municipal de suprimir el programa educativo Aulas de Inserción Socioeducativa para 45 jóvenes con especiales dificultades de inserción sociolaboral en el centro Ignacio Ellacuría y de eliminar la totalidad de trabajadores del propio Consorcio.

Palabras como "indignación" y "angustia" por las formas y el modo en el que se está gestionando este tema por parte de los entes consorciados, Ayuntamiento de Vitoria y Departamento de Educación del Gobierno Vasco, jalonaban el documento público en el que se muestran el sentir del centro formativo.

El colectivo de trabajadores reprochan que no se están teniendo en cuenta las propuestas presentadas que, al parecer, sólo reciben como respuesta el silencio de las citadas instituciones. También censuran la actitud de Javier Maroto, que ha denegado la posibilidad de hablar con los empleados y con los representantes de estos. "Hay indignación y angustia por sentirnos en el medio de lo que entendemos que es una disputa política entre el Gobieno Vasco y el Ayuntamiento y porque en estos momentos sólo se piense en reducir aportaciones, en eliminar acciones formativas, en suprimir empleo público y en perder recursos, en vez de pensar en rentabilidad social y educativa, en inversión para el futuro de los jóvenes (de todos los jóvenes), en dar más oportunidades a los que más difícil lo tienen, y en compensar desigualdades", indican.

La reivindicación del colectivo de trabajadores y de los sindicatos empieza a calar hondo en la clase política municipal. Así, mientras el pasado viernes Bildu ya exigió la marcha atrás del Ayuntamiento de Vitoria, ayer fue el PSE el que salió a la palestra para exigir al Gabinete Maroto que mantenga su compromiso de financiación del Consorcio Pedro Anitua -integrado por Ayuntamiento y Gobierno Vasco- con el fin de asegurar su continuidad y, con ello, la formación laboral e integración social de los cerca de 150 jóvenes -con escasa formación o en difícil situación social- que acuden a sus cursos y programas.

Por último, la consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, aseguró ayer que "la educación es el futuro y convertirla en el campo de los recortes, como se está pretendiendo hacer, significa ser insolidario con el futuro". >dna