vitoria. Una de las primeras decisiones del gobierno de Rajoy fue iniciar los trámites para revocar el cierre de la central de Garoña, que el PSOE decretó para 2013. Ahora que el Consejo de Seguridad Nuclear ha dicho que no ve problemas en prorrogar la actividad de la instalación seis años más, el Ministerio de Industria se dispone a pedir la renovación de la licencia, y es por esto que el viejo debate sobre la central ha regresado al Parlamento Vasco.

Ayer la Cámara debatía tres iniciativas, de Aralar, IU y EA, transmutadas en una enmienda transaccional, en las que se pedía al ejecutivo de Rajoy que no revoque la orden de cierre de la instalación, que lleva funcionando desde 1970 y que es hermana gemela, tecnológicamente hablando, de la que arrasó el maremoto de Fukushima.

Tan sólo PP y UPyD rechazaron sumarse a una petición que cada grupo respaldó con sus propios matices. Así, desde el PNV Norberto Aldaiturriaga se declaró partidario de la energía nuclear, "pero con la seguridad máxima", mientras que el portavoz de EA, Juanjo Agirrezabala, afirmó que tras la probable prórroga sólo hay "intereses económicos", y el responsable de IU Mikel Arana afirmó que tan sólo persigue "que Iberdrola gane más dinero".

Desde Aralar, Dani Maeztu negó que la energía nuclear sea imprescindible y recordó que la isla de El Hierro se abastece sólo con fuentes renovables, y Natalia Rojo, del PSE, recordó que en el propio PP hay voces que defienden el cierre de la central burgalesa. Por los populares, Carmelo Barrio dijo ver en el debate un "tufillo electoralista", y el portavoz de UPyD, Gorka Maneiro, defendió que la transición a las renovables precisa de una fuente de apoyo estable como la nuclear.