Egoitz pinta con la boca. Su color favorito es el esperanza porque, aunque su situación personal es complicada, a sus 8 años recién cumplidos ha decidido que le queda mucho por vivir y que merece más la pena centrarse en todas las cosas que puede hacer que en las que su discapacidad le impide realizar. Egoitz es un ejemplo de vida, aunque sólo sea un chaval y su tetraplejia, causada por una varicela a los cinco años, le postrara en una silla de ruedas.

Desde entonces ha asumido que hay cosas que jamás podrá hacer, pero que hay muchas otras que realiza casi mejor que nadie. Y es que es un artista. Pinta con la boca fabulosos dibujos, cajas, botellas, abanicos y estupendas esculturas. Por no hablar de los cuentos que le llevan a lejanos países con una infinidad de animales o a descubrir a resucitadores -como llama al balón autoinflable que debe usar a menudo cuando sus pulmones necesitan aire- en las aventuras que crea y cuelga en su blog www.hojasplateadas.blogspot.com. Su filosofía queda muy clara con el lema del espacio, Querer es poder. Una máxima que anima a su madre, Maite Domínguez, a ser fiel también a su filosofía de "lo imposible lo hacemos posible y para los milagros tardamos un poco más".

Ahora, Marta requiere una mano para poder llevar a cabo la justicia divina que la burocrática le ha negado. Y es que Egoitz necesita una silla automática porque la que emplea actualmente ya no es adecuada a su tamaño. Por eso, Marta solicitó al departamento vasco de Sanidad una subvención de 4.000 euros para conseguir este vehículo de 25.000 euros. Lakua respondió en negativo por considerar que existen demasiados riesgos para dotar a un niño menor de doce años de un dispositivo de este tipo. "Hace más de año y medio que maneja la que tiene ahora y no ha tenido ningún problema. Va con ella al colegio, juega con los amigos,... Pero dicen que no tiene la edad", lamenta su madre. Un duro revés que Marta vio como una piedra más en el camino para obtener la máxima normalización de la vida de su hijo. Un objetivo para el que es imprescindible una silla de este tipo.

De hecho, cuando hace casi dos años Egoitz estrenó su primer dispositivo con un mando que le permitía moverlo con la barbilla y que además llevaba integrado el respirador que le ayuda a ventilar adecuadamente, su vida dio un giro de 180 grados. Desde entonces, va al colegio con el resto de sus compañeros, juega con sus amigos y goza de una autonomía antes sólo soñada.

Por ello, su entorno no ha perdido el tiempo en echarle una mano. La Junta Administrativa de Armentia, en concreto, convirtió a San Prudencio en un patrón más que solidario. Este año, los fondos recaudados en la sardinada y chuletada de las fiestas se convirtieron en parte de esa silla automática que ahora está un poco más cerca. "Los abuelos son de aquí de toda la vida y siempre protegemos más a los de casa", explica el presidente de la Junta, Félix Foronda. Y gracias a esta iniciativa, el último día de las fiestas le entregaron un talón por 1.150 euros que se ha ingresado inmeditamente en la cuenta abierta para este fin en Caja Laboral, con el número 3035 0234 8423 4003 0077. "Que el pueblo se volcara con nosotros de esa manera fue un subidón", relata este hombre.

Ahora, desde la localidad, Foronda ya piensan en cómo continuar contribuyendo a la causa. "Tenemos pensado hacer una actividad con grupos musicales y un concurso de caldereta", explica. Y no son los únicos. El equipo de fútbol Ibai-Lakua también baraja ya cómo convertir el homenaje anual que le ofrecen en una ayuda más.

Mientras tanto, Maite continúa acudiendo a diversos actos populares para vender tickets por un euro para una rifa que ha organizado y en la que se pueden obtener regalos como un jamón o una bicicleta plegable. "También estoy dejando boletos en varias tiendas de toda la ciudad por si la gente quiere contribuir y, en breve, le abriré una página de Facebook para poner el listado de dónde se pueden adquirir", adelanta. Aunque el verdadero presente queda en saber que se ha contribuido a la autonomía de un niño. "De momento, la recaudación va bien para el tiempo que llevamos, pero todavía queda mucho", comenta Marta esperanzada. Así que quizás Egoitz ya esté pensando en hacer un cuento ilustrado al respecto. Porque, como él suscribe, querer es poder.

sociedad implicada Y es que la ayuda entre muchos cuesta muy poco y puede suponer un mundo para el beneficiario. De hecho, San Prudencio ya va tomando otro sobrenombre además del consabido meón para convertirse en el santo solidario. Sin ir más lejos, además de esta iniciativa que la Junta Administrativa de Armentia impulsó para respaldar a Egoitz, otro grupo de empresas lideradas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, panaderías El Talo y Lankide organizaron el txoripintxo solidario para respaldar la labor que la asociación Bizitza Berria realiza cada día con las personas sin hogar.

Con la colaboración de la propia Junta Administrativa de Armentia, Radio Vitoria y Coca-Cola se demostró una vez más que la sociedad alavesa siempre esta dispuesta a arrimar el hombro. Gracias al granito de arena aportado por cientos de personas, se llegó a recaudar 1.288,49 euros. Un dinero que, a buen seguro, esta asociación sabrá emplear en alguno de sus múltiples proyectos.