laguardia. Desde hace ya dos años la Feria de San Isidro de Laguardia no es lo que era ni atrae las mareas de visitantes que se registraban cuando se celebraba la feria de maquinaria, la subasta del queso u otros acontecimientos con garra turística. El desinterés de las firmas de maquinaria agrícola por estas ferias que consideran menores, los ajustes presupuestarios generalizados y las reticencias de los ciudadanos a la hora de gastar más allá de lo estrictamente necesario, han obligado a los responsables del Ayuntamiento de Laguardia a reinventar esta feria que a partir de ahora es artesana y alimentaria, aunque de los primeros pocos representantes hubo este fin de semana en la capital de Rioja Alavesa.

Puestos hubo muchos, unos setenta según fuentes municipales, que no se instalaron como en años anteriores en la Plaza Nueva, sino repartidos por dentro y por fuera del recinto amurallado. Una parte importante de los mismos se ubicó en la plaza del Ayuntamiento, entre ellos los puestos de la Peña Los Zamborricos de Laguardia, o los del Comercio Justo. Otro grupo ocupó la plaza donde se encuentra el Palacio Samaniego, cuya fachada estaba ocupada por la Peña Biasteri, una txozna, numerosos carteles de bodegas y un hinchable para los pequeños. Completaban la escena otros puestos de diferentes productos que se distribuían el espacio disponible, rodeando la Iglesia de San Juan, hasta muy cerca de la puerta de la muralla. El resto se disgregó por el centro de la villa y otros enclaves.

En el exterior de la muralla se instalaron más. Entre ellos, pasando casi inadvertidos a pesar de la celebración que tenía lugar, estaba el del Araba Euskaraz junto a otros donde se mezclaban las prendas peruanas con cucharas de madera y abalorios variados.

La Feria abrió sus puertas al filo de las 10.00 horas y aunque los responsables de los puestos y los comerciantes se mostraron inicialmente optimistas, la presencia de visitantes no fue multitudinaria. Ello permitió pasear holgadamente por las calles medievales, así como entrar en los establecimientos hosteleros a degustar los vinos de Rioja Alavesa y los pintxos de Laguardia.

Junto a estos, el tren racimo se apostó ayer en su aparcamiento habitual para realizar recorridos turísticos y fue reclamado por algunos mayores que llegaron de varias excursiones en autocar y que deseaban conocer Laguardia sin caminar.

Hoy, domingo, se mantendrán abiertos los puestos hasta 14.00 horas, mientras que de cara al próximo fin de semana ya se anuncia una nueva edición del Día del Gaitero, al que está previsto una asistencia importante de grupos procedentes de todo el Estado.