Vitoria. Como Argentina en Vaca Muerta, como Bolivia en Campo Margarita, el Gobierno Vasco necesita de la iniciativa privada para extraer el hidrocarburo que se cree adherido a las rocas del subsuelo alavés. Aunque desde Lakua se insiste en afirmar que de momento estamos en una fase exploratoria, el fin último de esa investigación que arrancará a finales de año es comprobar si se puede sacar todo el gas y meterlo en la red con fines comerciales, todo un reto de ingeniería que precisa de la tecnología y el capital de empresas como Heyco Energy y Cambria Europe, a cuyas puertas ha llamado el Gobierno Vasco.
A preguntas del PNV, el viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco, Xabier Garmendia, confirmó el miércoles en las Juntas Generales que si el yacimiento es viable económica, técnica y ambientalmente, las empresas privadas -probablemente Heyco y Cambria, ya embarcadas en la aventura energética vasca- participarán en la operación.
Y lo harán con poder decisorio, pues según explicó Garmendia el Gobierno contará como mínimo con "la misma participación que el socio que más tenga" en el consorcio llamado a extraer y comercializar el gas. Es decir, la última palabra sobre el destino del hidrocarburo -porcentajes de autoabastecimiento y exportación, por ejemplo- deberá ser consensuada entre la iniciativa privada y la pública, aunque si a la opinión de la empresa que más participación tenga" se suman las del resto de operadores privados -el Ejecutivo estima que necesitará incorporar nuevos socios ante el volumen de capital necesario para extender la malla de pozos-, el EVE quedaría en una posición minoritaria. Ya hoy, Cambria (35,30%) y Heyco (21,88) superan en accionariado al Gobierno, que controla el 42,82% de la sociedad que abrirá los pozos exploratorios.
El aspecto económico del fracking en Álava ha quedado arrinconado en el debate social ante el recelo por los eventuales problemas medioambientales que pueda plantear esta técnica, cuando en realidad es el motor de la operación. Se habla, como mera estimación, de un valor del gas alavés de 30.000 millones de euros, pero no se ha explicado adónde irá a parar ese dinero, más allá de asegurar que la entrada de capital americano estimulará el empleo y dará trabajo a empresas vascas.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Vitoria eludió ayer valorar la afirmación por parte del director de Energía del Gobierno Vasco, Jorge Letamendia, de que el Consistorio no puede vetar los sondeos previstos en los límites del futuro Parque Natural de los Montes de Vitoria, pues la operación ya cuenta con el plácet de la Secretaría de Estado para el Cambio Climático.