vitoria. Tras un San Prudencio histórico -por la cantidad de precipitaciones que acompañaron al santo meón en su inmersión anual entre sus ahijados-, Estibaliz puso, como de costumbre, el equilibrio a las celebraciones con un día ideal para la celebración. Así, el cerro en el que se enclava el santuario consagrado a la amatxu, patrona de los alaveses, se llenó de alaveses con ganas de romería y de tradición y de dejar atrás un mes largo de lluvias continuas. La colina volvió como cada año desde hace cientos a llenarse de propios y extraños, que ya empiezan a calentar motores al abrirse el camino que ha de guiar al territorio a disfrutar de las distintas celebraciones que tendrán lugar a partir de ahora, con la llegada del buen tiempo. En pocas semanas, Santiago y La Blanca colmarán titulares, para dejar tiempo a San Roque, la Virgen del Rosario, Las Reliquias o el Katxi a preparar sus festejos en Llodio, Amurrio, Agurain, Oion, Labastida...
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