El papa Benedicto XVI confesó en una entrevista en junio de 1978, poco antes de la muerte del pontífice Pablo VI y del cónclave -en agosto- donde fue elegido papa Juan Pablo I, que lo más conveniente para la Iglesia católica era que su representante máximo fuera de nacionalidad italiana. "No sería favorable a un Papa no italiano", dijo Joseph Ratzinger, que por entonces era cardenal de la diócesis de Múnich en su Alemania natal. La entrevista, que será emitida de nuevo hoy por la televisión italiana Tg2 con motivo del 85 cumpleaños del Pontífice alemán, recupera las reflexiones de Joseph Ratizger, que ya a finales de la década de los setenta despuntaba como uno de los líderes espirituales de la Iglesia.