madrid. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, desveló ayer que en España hay cerca de 20.000 millones de euros retenidos en litigios pendientes de resolución judicial, por lo que abogó por una "reforma global" para dotar de mayor agilidad a la Justicia a fin de que sea más eficaz.

Gallardón afirmó que estos 20.000 millones de euros son una estimación del dinero que está retenido en litigios judiciales entre particulares o entre particulares y la administración, por lo que no están generando riqueza en un contexto de crisis económica y financiera como el actual.

Por este motivo, defendió que se emprenda una "reforma global" para dotar de mayor agilidad a la Justicia, con el objetivo de que la dilación de los procesos no sea tan perjudicial y el tiempo de respuesta sea más productivo. El ministro de Justicia puso como ejemplo que, tan sólo en la Sala Tercera del Tribunal Supremo se encuentran retenidos en litigios de expropiaciones y tributos un total de 6.000 millones de euros.

Gallardón recordó que España está considerada la duodécima potencial mundial y, en cambio, en el ránking sobre la eficacia del sistema jurídico baja hasta el número 63. El ministro apuntó que no tiene "ninguna duda" de que escalar en el ránking de eficacia del sistema jurídico sería un elemento "determinante" para poder salir de la crisis.

Según Gallardón, la crisis económica no sólo no será excusa para no poder abordar las reformas que pretende impulsar en la Justicia, sino que será un factor que contribuirá a salir de la crisis. A su juicio, el modelo de justicia vigente en España "se ha quedado anticuado", por lo que ha defendido una "reforma global" porque ya no "valen las reformas parciales", después de que en los últimos años se han efectuado 21 modificaciones del Código Civil, 28 del Código Penal, 20 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, 44 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 42 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

sistema del siglo xix Gallardón puso como ejemplo que el actual sistema judicial mantiene el esquema del siglo XIX, basado en órganos territoriales, ante lo que defendió que se impulse un nuevo modelo que busque la "concertación" en los Tribunales Colegiados de Instancia.

Subrayó también la importancia de descargar a la justicia de la sobresaturación de casos apostando por mecanismos alternativos como el arbitraje o la mediación, extendiendo la cultura del pacto.

El ministro recordó que en Francia, con 20 millones más de habitantes que España, el pasado año se presentaron 6 millones de asuntos judiciales, frente a los 9,5 millones que hubo en España.

Para invertir esta tendencia y descargar de casos al sistema judicial español, Gallardón avanzó que pretende, por ejemplo, que la Ley de Mediación recientemente aprobada se extienda también al ámbito penal -ahora sólo está vigente para el ámbito mercantil y civil-, mientras estudia si también se aplica en el futuro en materia contencioso-administrativa.

También defendió que los notarios puedan casar y divorciar, como actualmente pueden hacer los alcaldes, los concejales y los jueces. "No tenemos capacidad para aumentar la plantilla de jueces y fiscales, pero sí para descargar la actividad judicial", insistió.