Barcelona. Cuatro personas de origen rumano fallecieron en la madrugada de ayer en el distrito de Sant Martí de Barcelona por inhalación de humo al incendiarse, según los primeros indicios, de forma fortuita, la chabola en la que vivían en un solar abandonado.
El incendio tuvo lugar hacia las 03.30 horas de la madrugada en la calle Bilbao, en una rampa de acceso en la que se acumulaban maderas y colchones, en una especie de chabola que era utilizada como vivienda precaria por las víctimas.
Las cuatro víctimas, cuya identidad se desconoce por el momento, son tres hombres y una mujer, todos ellos de origen rumano, que comerciaban con chatarra, según informó el primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn.
Al parecer, y según explicó Forn, el incendio fue fortuito y la muerte de las cuatro personas (todos ellos mayores de edad) se produjo por inhalación de humo.
Una vez que los bomberos extinguieron el fuego, fueron localizados los cuerpos sin vida de las cuatro víctimas, que podrían ser miembros de una misma familia.
desalojado Según Forn, el solar abandonado fue desalojado en el año 2010 por los Mossos d'Esquadra debido a que la mayoría de personas que lo ocupaban eran "gente problemática", y que estaba acusada de cometer varios delitos.
No obstante, un matrimonio de rumanos que llevaba casi diez años ocupando el solar siguió viviendo en el lugar, donde con el tiempo fueron llegando varios compatriotas suyos, la mayoría de ellos con vínculos familiares. Según explicó Forn, desde el desalojo de 2010, las personas que ocupaban el solar incendiado no han provocado ningún tipo de problema en el vecindario, más allá de algunas quejas por cuestiones de salubridad o por algún vehículo mal aparcado.
El primer teniente de alcalde explicó que el pasado mes de marzo los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona se pusieron en contacto con los siete rumanos que vivían en el solar, a los que ofrecieron la posibilidad de acogerse a un programa de servicios sociales o bien ser extraditados.
Sin embargo, los siete ciudadanos rumanos, entre ellos el matrimonio que llevaba muchos años viviendo en el solar, rechazaron el ofrecimiento municipal, aunque finalmente terminaron abandonando el solar, por lo que al parecer no se encontrarían entre los fallecidos, a falta de la confirmación oficial de la identidad de las víctimas.
En el proceso de identificación de las víctimas, el consistorio está tratando de determinar si los fallecidos mantienen algún vínculo familiar con el matrimonio que ocupaba históricamente el solar, ya que muchos de los inquilinos que acudían a la zona eran familiares suyos.
El solar abandonado se encuentra en la zona del 22@, donde, según un recuento del consistorio de Barcelona, actualmente hay treinta solares abandonados y ocupados, debido al proceso de transformación de este antiguo barrio obrero, ahora convertido en el epicentro de empresas tecnológicas.