la nueva añada de txakoli alavés ha obtenido la calificación oficial de "excelente" pese a que ha sido una campaña atípica. La climatología poco favorable no ha mermado la calidad de este caldo. Es más, el gran trabajo realizado por las bodegas del territorio va a permitir que se pueda disfrutar de él como nunca. Eso sí, la cantidad producida ha sido algo menor que en ocasiones anteriores. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arabako Txakolina-Txakoli de Álava dio a conocer ayer su decisión final durante la presentación de la nueva cosecha. La calificación fue la más alta de entre las posibles. "Parece que siempre es excelente, pero es así y tenemos los informes de los técnicos de laboratorio que lo verifican", explicó su presidente, Luis Mariano Álava.
La satisfacción de los bodegueros era evidente ayer en el mercado de la Plaza de Abastos, hasta donde se acercaron para que los ciudadanos pudieran degustar el resultado final. No ha sido, de hecho, un año fácil para ninguno de ellos y es que por primera vez han tenido que adelantar la recogida de la cosecha. "La campaña se puede calificar de diferente; la vendimia estaba prevista para octubre pero la hemos tenido que hacer dos semanas antes", señaló Álava.
La producción ha estado condicionada en 2011 por la gran seguía sufrida en los meses de agosto y septiembre. El pasado año fue atípico en lo que a condiciones meteorológicas se refiere. Se partió de un invierno clásico, es decir frío y lluvioso, al que siguió una primavera húmeda y también lluviosa. En el mes de julio las precipitaciones estuvieron presentes prácticamente todos los días.
Sin embargo, un agosto y septiembre muy secos produjeron un aumento de grado y una reducción de los granos. Según explican desde el Consejo Regulador, ambas condiciones afectaron "claramente" a la producción en una campaña que se preveía muy buena si hubieran acompañado las lluvias en agosto o septiembre.
Pero no todo fueron malas noticias durante la campaña. La contrapartida a esta falta de agua en los últimos meses fue una calidad de uva "excepcional", que apenas ha sufrido con las enfermedades típicas de la época. La abundancia de vientos del sur ha propiciado una excelente salud para los viñedos, que ha sido determinante en su proceso vegetativo. Así las cosas, la vendimia 2011 ha sido la más temprana de esta Denominación de Origen. En concreto, dio comienzo el 20 de septiembre.
Como resultado de todo lo recogido se ha constatado un leve descenso en la producción. En concreto se han acumulado 421.388 kilos de uva, frente a los 443.115 que se recogieron durante 2010, lo que supone alrededor de un 5% menos. Según explicaron los responsables de Arabako Txakolina, se han conseguido mantener los niveles productivos gracias a la incorporación de 39.000 kilos de nueve elaboradores que entregaban uva por primera vez. Esto demuestra que cada vez son más los productores que se suman a la elaboración de este preciado caldo alavés. De hecho, está previsto que a lo largo de 2013 se incorpore la producción de nuevas plantaciones a la Denominación de Origen, según explicó el gerente de Arabako Txakolina, José Antonio Merino. En este sentido, la propia Diputación mostró ayer su intención de seguir colaborando con estas bodegas con el fin de que puedan aumentar su producción. "Tienen nuestro apoyo para que sigan incrementando la superficie cultivada de txakoli, un producto muy apreciado ya que todo lo que se produce, se vende", afirmó el diputado de Agricultura, Borja Monje.
Lo cierto es que el txakoli elaborado en este territorio tiene cada vez más seguidores. Durante la degustación que tuvo lugar ayer en la Plaza de Abastos la mayoría reconoció que el caldo nada tiene que envidiar al que se elabora en Bizkaia o en Gipuzkoa. Pero sólo los de paladar más fino supieron sacar las peculiaridades de esta añada. Según los expertos, el txakoli de 2011 se caracteriza por una acidez más baja, niveles de azúcares más altos así como una graduación de alcohol algo más elevada que en campañas anteriores.
homenaje a slow food
Una vida ligada al txakoli
A la presentación de la nueva cosecha asistieron además de bodegueros y de representantes institucionales, viejos amigos de esta denominación de origen, como es el movimiento Slow Food Álava, cuyos integrantes recibieron un homenaje por su contribución al conocimiento de los productos alaveses de calidad. Su presidente, Alberto López de Ipiña, recordó la estrecha vinculación que mantienen con el txakoli alavés ya que fue precisamente en una de estas bodegas donde empezaron a dar sus primeros pasos. "Detrás de este producto hay un grupo de hombres y mujeres que aman su tierra, entre todos han logrado una de las mayores joyas de este territorio". López de Ipiña recordó también que las bodegas que respaldan esta denominación de origen "han conseguido salvar un producto que prácticamente había desaparecido".
El acto celebrado ayer tuvo también un carácter solidario. Arabako Txakolina decidió que todo el dinero recaudado durante la degustación fuera entregado a Bultzain, el centro de acogida a personas sin hogar situado en Puente Alto. Cabe recordar que el centro está atravesando una situación económica complicada por el recorte de subvenciones, que ha puesto en peligro su continuidad. "Es de agradecer este gesto que hace la Plaza de Abastos, porque en tiempos difíciles tenemos que tirar con lo que podemos, vivimos de la caridad", señaló Satur García, presidente de Bultzain.
Así, durante la presentación los asistentes tuvieron la ocasión de degustar la nueva cosecha de txakoli al precio de un euro. El caldo se sirvió acompañado por pinchos de hamburguesa y costilla de ternera elaborado por la cooperativa Urkaiko, que cuenta con el sello de calidad Eusko Label, jamón de Basatxerri o queso Idiazabal, entre otros manjares. Fue, sin duda, un reclamo poderoso para acercarse a media mañana al mercado en vista de toda la gente que brindó con txakoli ayer en los pasillos de la Plaza de Abastos.