vitoria. Pocos pequeños placeres hay en esta vida comparables con tomar un café y un pintxo de tortilla de patata mientras ojeas el periódico un domingo. Y si es DNA, mejor que mejor -disculpen la cuña publicitaria-. ¿Y qué opinan de mojar un pan de miga tierna en la yema de un huevo frito? Sin querer meter a un nutricionista en este festival, hace cuatrocientos años el joven Velázquez ya encontró sugerente la idea. Y hoy Vieja friendo huevos (1618) está considerada como una de las obras maestras de la Historia del Arte. Excepto para las personas veganas, el huevo juega un papel importante en la dieta, es un ingrediente básico en cocina, de alto valor nutritivo, gastronómicamente versátil -frito, revuelto, cocido, en tortilla, en repostería- y con una excelente relación calidad-precio. Hasta ahora.
El sector avícola está francamente preocupado por su futuro con la entrada en vigor de la directiva europea de Bienestar Animal, que obliga a dotar de mayor espacio a las jaulas de las gallinas ponedoras. La nueva reglamentación de la UE ha obligado a todos los productores a realizar grandes inversiones para adaptar sus naves y redimensionar el censo de ponedoras en plena crisis económica. Un esfuerzo que llega un año después de que el incremento del precio del pienso golpease duramente el sector. Este es el caso de Fernando Larruzea, responsable de Avícola Benigno Aispuru de Larrabetzu.
"Acabas por pensar que beneficiamos a las gallinas y no nos preocupamos de las personas". Fernando resume de este modo el momento por el que está atravesando la granja fundada en 1970 por su suegro Beningno y su mujer Mari Carmen Milikua con 30.000 gallinas. Más tarde, se incorporaron a la empresa familiar su hija Itziar y Fernando. Hoy tienen 160.000 aves. Han tenido que construir una nueva nave para poder contrarrestar la pérdida de capacidad derivada de la directiva.
"Hemos tenido que hacer una nave nueva para compensar la pérdida de censo de gallinas. Con la nueva directiva perdemos hasta un 30% de la capacidad por nave para poder satisfacer la demanda de nuestra cartera de clientes", señala Larruzea. Además están a punto de culminar el proceso de adaptación de sus distintas naves, que según dice, ha supuesto un gran esfuerzo económico. "Hemos tenido que hacer una gran inversión, en este momento de crisis en el que no tienes un aval bancario si no tienes dinero", afirma Larruzea, que ha recibido una subvención de la Diputación de Bizkaia.
Según explica, el encarecimiento del precio de la docena de huevos se debe al aumento de los costes de producción debido a la inversión realizada, al descenso del número de gallinas por metro cuadrado y al incremento del precio del pienso que "el año pasado no se repercutió en el precio de la docena en el mercado". No obstante, Fernando discrepa de quienes sostienen que el precio de los huevos se ha duplicado en los últimos meses. Al menos, no ha sido su caso.
"No creo que el pequeño comercio haya subido tanto el precio de los huevos, ni la gran distribución tampoco -Eroski, Carrefour, Dia- debido a la gran competencia entre las grandes cadenas que usan los huevos como gancho", resume este avicultor a quien preocupa la productividad de las gallinas en las nuevas jaulas. Ahora la duda es conocer el nivel de producción de las ponedoras en las nuevas jaulas, que en las antiguas alcanzaba el 94% de la puesta. "Yo creo que con las nuevas jaulas no van a llegar a ese nivel de producción", dice Fernando.