bilbao. El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, señaló ayer que el Obispado de la capital guipuzcoana "carece de datos concretos" acerca de las adopciones ilegales registradas en la década de los sesenta en el territorio guipuzcoano y en el conjunto de la comunidad autónoma y en otras partes del Estado. Además, consideró que los libros de registr que existen en iglesias y hospitales "poco van a aportar" a este respecto, ya que quien cometió estos delitos "debió inscribirlo ya falseado en el registro civil".
En una entrevista concedida a una emisora de radio pública de la comunidad autónoma, el prelado Munilla, tras reconocer reuniones tanto con la Fiscalía provincial como con responsables de la Asociación SOS Bebés Robados, aseguró que "no tenemos ningún dato concreto que nos pueda hacer sospechar que ningún religioso pudiese estar imputado y nadie ha sido llamado a declarar como testigo". Munilla realizó estas manifestaciones con el fin de que no se difunda "una nube de sospecha injusta", ya que "nuestro deseo, ante el sufrimiento de los padres, es de plena colaboración".
Ante el emplazamiento por parte de la Asociación SOS Bebés Robados a médicos, matronas o eclesiásticos de la década de los 60 que pudieran tener alguna participación a que "den la cara", Munilla indicó que los libros de registro "poco van a aportar", ya que quien cometió estos delitos "debió inscribirlo ya falseado en el registro civil". Aun así, subrayó, para poder contrastar datos "estamos a disposición para cuando fuésemos requeridos".
En cuanto a las reuniones con SOS Bebés Robados, Munilla señaló que éstas se han producido porque "han querido comprobar nuestra colaboracón", al tiempo que el Obispado se ha dirigido al fiscal general para ver "qué podíamos hacer, y él nos ha dicho que, por el momento, no tiene nada que indicarnos".
Preguntado por si ha mantenido conversaciones con sacerdotes que pudieran tener conocimiento de este tipo de casos, Munilla respondió que "no", e insistió en que resulta "muy complicado" que "ningún sacerdote pueda apuntar ningún dato" ya que, a la hora de bautizar al bebé, el sacerdote "recibiría los datos que habían registrado en el registro civil".
Más casos en el Estado En otro orden de cosas, y en relación a la presunta trama, dos madres de supuestos niños robados presentaron ayer declaración en el juzgado de instrucción número 1 de Jerez de la Frontera (Cádiz), que ha abierto diligencias para investigar si los bebés fallecieron poco después de nacer o si, por el contrario, fueron entregados irregularmente en adopción.