Los sistemas de identificación del recién nacido utilizados en España hacen prácticamente imposible que se produzcan errores y garantizan totalmente que cada bebé abandona el hospital acompañado de su madre biológica.

Así lo asegura el doctor Jesús Pérez, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital de La Paz de Madrid, quien entiende que haya preocupación por el tema "porque es muy importante y, por ello, los profesionales médicos tomamos las medidas necesarias". La alarma causada al salir a la luz los casos de niños robados, ocurridos durante la segunda mitad del pasado siglo, ha hecho que se planteen interrogantes sobre las garantías que los centros españoles ofrecen a los padres.

Todos los hospitales cuentan con protocolos de identificación y custodia del recién nacido que hacen prácticamente imposible la confusión.

La identificación se hace mediante la huella dactilar del niño y de la madre, que se toma en el mismo paritorio y en presencia del padre o del familiar que acompaña en el parto.

Ambas huellas se imprimen en el Documento de Identificación Sanitario Materno-Filial, que es como el DNI del niño y el que se presenta en el registro civil para la inscripción del recién nacido.

En algunos centros también se toman muestras de sangre delcordón por si hiciese falta la identificación genética.Estas pruebas se complementan con un codificador de seguridad que no se puede falsificar. El Hospital de La Paz fue pionero en la aplicación de un código de barras que se incorpora en tres pulseras.

Cuando la madre ingresa en el centro se le adjudica un kit de codifiación, exclusivo para ella y su bebé, que consta de cinco partes adhesivas.

Los dos primeros fragmentos se pegan en la historia clínica y en el Documento de Identificación Sanitaria Materno-filial; los otros tres se colocan todos juntos sobre la pulsera que se pone a la madre.

Nada más nacer el niño, se separa la pulsera correspondiente al bebé y se le coloca inmediatamente en el tobillo en presencia de la madre, al igual que ocurre con el fragmento destinado a la pinza del cordón umbilical. La madre y el bebé salen del paritorio perfectamente identificados y relacionados y permanecen así hasta la salida del centro hospitalario.

La codificación impresa es fácilmente reconocible para facilitar su lectura operativa.

"El sistema es seguro, sencillo y barato y es muy fácil comprobar que el niño y su madre tienen la misma identificación en el mismo momento en que se plantee alguna duda o posible confusión", señala el doctor Pérez. Este neonatólogo reconoce que la toma de la huella dactilar puede presentar "alguna dificultad" en niños prematuros.

Recientemente, una empresa española ha sacado al mercado un dispositivo que se basa en un lector electrónico que permite la toma de huellas del recién nacido en el paritorio junto a las de su madre biológica.

El sistema combina dos tecnologías: la biometría y la radiofrecuencia y, según Carlos Herrera, fundador de ICN Tecnologías, la empresa responsable de esta técnica, ya ha sido adquirido por varios hospitales saudíes y otros países han mostrado su interés.

No obstante, según el Protocolo de la Sociedad Española de Neonatología, que han adoptado casi todos los hospitales españoles, los sistemas biológicos no aseguran por sí mismos la custodia del neonato, ya que puede haber un cambio de niños y si no se detecta, el hecho de haber tomado la huella o recogido una muestra de sangre habrá sido inútil.

Por ello, esta sociedad recomienda evitar, en la medida de lo posible, la separación física entre madre e hijo.

Esta recomendación se intenta llevar a rajatabla en los hospitales, de tal forma que cuando el niño tiene que separarse de la madre por alguna causa, lo hace acompañado de algún familiar. Si hubiera algún error sería atribuible a un fallo humano.

El doctor Pérez subraya que se insiste mucho a los profesionales que están en contacto con los recién nacidos que "siempre vayan con la identificación, ya que si se plantea alguna duda es muy fácil, solo con mirar el código de barras, comprobar que la identidad de ese niño corresponde con la de la madre".

Este médico reconoce que "todo se puede mejorar, pero hay que tener en cuenta que las medidas sean efectivas porque podemos convertir en cárceles los hospitales, todo el mundo con un microchip implantado debajo de la piel". Pérez reconoce que entiende la alarma social, pero que por eso mismo hay que hacer las cosas bien.