Segovia/Valladolid. El empresario Santos Santos Serranillo, durante años gestor de la plaza de toros de Vitoria y apoderado de José Ignacio Ramos y Mari Paz Vega, entre otros toreros, falleció la madrugada de ayer en su finca de Riaza (Segovia) a los 72 años, después de una larga enfermedad.
Novillero en sus inicios, con un episodio como espontáneo en Las Ventas de luces, muy pronto despertó a la vocación taurina como maletilla por caminos y haciendo tapia en tentaderos del Campo Charro, hasta que finalmente se enroló como banderillero en la cuadrilla de Purita Linares, con quien luego se casó. Aunque nacido en Regumiel de la Sierra (Burgos), Serranillo residió durante cerca de dos décadas en Vitoria, cuyo coso gestionó durante años y donde el pasado 6 de agosto cortó la coleta al diestro burgalés José Ignacio Ramos, a quien formó como torero desde los trece años y apoderó en sus inicios.
Serranillo pasará a la historia como un empresario de plazas modestas en las que, además de organizar ferias y festejos, dio la oportunidad de placearse a numerosos novilleros y matadores. Además de la plaza de Vitoria, regentó la salmantina de Ledesma y otras de Segovia, como las de Ayllón, Sepúlveda y Riaza, y de Soria, (San Esteban de Gormaz y El Burgo de Osma).
Durante el último año, gravemente aquejado por la enfermedad que ha acabado con su vida, recibió numerosas y públicas muestras de afecto en forma de homenajes, como los tributados en Vitoria, Ayllón y Sepúlveda. Serranillo deja la estela de casi cuarenta años como empresario taurino, labor que continuarán su esposa, Purita Linares, y su hija Vanessa Santos, quienes también se harán cargo de la ganadería de reses bravas. Sus restos mortales permanecen en el tanatorio de Riaza, donde serán velados hasta hoy, que serán conducidos a la localidad burgalesa de Regumiel de la Sierra, su población natal, para recibir sepultura.
"más que un apoderado" El diestro José Ignacio Ramos, retirado en 2011 y a quien el empresario Santos Santos Serranillo forjó como torero desde los 13 años hasta llevarle a la alternativa, lamentó ayer el fallecimiento del empresario taurino: "más que un apoderado, fue un padre para mí", dijo. "Fue un ejemplo para todos de superación, de lucha y sobre todo de honradez, el más honrado que he visto en mi vida dentro de esta profesión. Se nos ha ido una persona importantísima para la fiesta", manifestó Ramos, muy afectado por la desaparición de su mentor.
Serranillo cortó la coleta a Ramos el pasado 6 de agosto durante uno de los festejos de la Feria de La Blanca, donde el diestro burgalés se despidió definitivamente de los ruedos. "Él me llevó a la alternativa y él me cortó la coleta", recordó acerca de una persona con la que creció como hombre y como torero: "toda una vida a su lado".
Ramos insistió en la honradez y seriedad con que Serranillo se desenvolvió en la difícil programación de las numerosas plazas de tercera categoría que gestionó a lo largo de casi 40 años, con dificultades económicas y exiguas ayudas municipales, pese a las cuales daba toros y oportunidades".