vitoria. Las consultas de Osakidetza no descansan por Navidad, pese a que muchos profesionales de la salud hayan optado por disfrutar de unos días de vacaciones. A expensas de la patología clásica del invierno, una gripe que todavía no se ha manifestado con fuerza en el territorio, los resfriados y las gastroenteritis sí se han empeñado en aguar las fiestas a un buen número de alaveses. Sin ser graves cuando afectan a personas sanas, conviene extremar las precauciones si estas dos patologías virales eligen como víctimas a enfermos crónicos, niños o ancianos. "Se están dando muchos casos, muy a menudo, pero hay que decir que no es algo extraordinario. Estaremos más o menos en los mismos niveles que el año pasado", apunta Alfonso Casi, jefe de la unidad de atención primaria de Lakuabizkarra. Su diagnóstico, eso sí, choca en parte con los de otros médicos y enfermeras de la red de centros de salud de Gasteiz, que sí advierten de un repunte de cuadros víricos durante esta temporada de invierno, principalmente de gastroenteritis.
Sus síntomas, bien conocidos, parten desde la pérdida de apetito y las náuseas y se manifiestan después con diarreas abundantes y vómitos. La enfermedad, fácilmente transmisible -sobre todo en el ámbito familiar-, tiene un buen pronóstico y, de hecho, siguiendo unas mínimas recomendaciones puede superarse en apenas un día y medio. Basta con permanecer unas horas en ayunas consumiendo únicamente limonada alcalina -un preparado a base de agua, zumo de limón, azúcar, sal y bicarbonato- para rehidratar el organismo y, posteriormente, seguir una dieta muy ligera, a base de arroz, pollo o manzanas. Con los grupos de riesgo ya mencionados debe seguirse el mismo tratamiento pero "estando mucho más encima", según remarca Casi, porque si sus organismos no recuperan los líquidos debe acudirse al hospital con rapidez para suministrárselos con suero.
El especialista advierte un cambio de tendencia en la aparición de la gastroenteritis: "Antes era más típica de la primavera y el verano, pero ahora se ve en estas fechas con frecuencia", insiste. Este año, los casos comenzaron a multiplicarse antes de las fechas navideñas y en estos días de excesos se han recrudecido. "Fundamentalmente son cuadros infecciosos, pero otros son causados por los propios empachos", recuerda. A favor de la gastroenteritis juega que es "muy difícil de controlar", porque los contagios se dan antes de que surjan los primeros síntomas.
Entretanto, los especialistas aguardan al azote de la gripe, que poco a poco comienza a dejarse ver en el territorio. "Ya hemos empezado a ver pacientes con fiebre alta, dolores musculares y tos seca, los síntomas habituales", advierte Casi. La red de médicos vigía de Osakidetza, que mide la incidencia del virus, contabilizó en la penúltima semana de 2011, última de la que hay datos, sólo 13,27 casos por 100.000 habitantes en la CAV, todavía muy por debajo del umbral epidémico.