Bilbao. El Marco de Educación Trilingüe (MET) se acaba de topar con el mayor obstáculo de cuantos se ha visto obligado a sortear estos dos años de experimentación. El problema no es nuevo, ya que la oposición -incluso el PP- ha puesto contra las cuerdas con este tema a la consejera de Educación: el nivel de inglés del profesorado. El problema sigue irresuelto. La novedad es que el Departamento vasco de Educación está elaborando un decreto por el que se establecen los requisitos mínimos de competencia lingüística para impartir materias en lenguas extranjeras que, además, plantea dar acreditaciones de inglés propias a los profesores y que el Consejo Escolar de Euskadi lo ha echado para atrás.

Este órgano consultivo del Gobierno considera que “el nivel óptimo para poder enseñar áreas en inglés” es el título C1 de inglés -el equivalente al EGA de euskera- y no sólo el B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCREL) fijado en el borrador del decreto -equivalente al nivel 2 de HABE-. Es decir, los profesionales de la enseñanza proponen a Celaá que reforme el texto e incluya en él que el profesorado debe acreditar el Advanced de inglés y no solo el First, como pretende. En este sentido, el Consejo Escolar propone que “se posibilite el acceso a la formación necesaria que permita al profesorado certificar un nivel óptimo para poder enseñar materias o áreas en lengua extranjera, es decir el nivel C1, tal y como sucede con el euskera”. Pero este no el único aspecto del proyecto de decreto que precisa una revisión a la vista de las apreciaciones expresadas por el Consejo.

El pasado 17 de noviembre, la Comisión Permanente del máximo órgano de representación de la comunidad escolar vasca emitió un dictamen desfavorable de la nueva norma que planea aprobar el Gabinete de Isabel Celaá para ir quemando etapas antes de la implantación definitiva del trilingüismo en el sistema educativo vasco. El texto tiene como objeto fijar las titulaciones que deben acreditar los profesores que vayan a dar su materia en inglés, puesto que la situación de la capacitación lingüistica en lenguas extranjeras dentro del colectivo es muy dispar. La cuestión es vital, ya que si se generaliza el trilingüismo a todo el sistema educativo y a todas las etapas, la escuela debe movilizar a corto-medio plazo a cientos de docentes competentes en inglés.

Educación no es ajeno a esta necesidad, lo verdaderamente chocante es que el Gabinete Celaá parece querer satisfacerla por la vía rápida. El artículo 3 del futuro decreto crea el Certificado de Idoneidad Lingüística, un documento con el membrete de Lakua que posibilitará impartir docencia en un idioma extranjero a aquellos profesores que no dispongan de acreditación. No será la Escuela Oficial de Idiomas o el Trinity College, tras el examen correspondiente, quien emita este certificado, sino la Dirección de Innovación Educativa del Departamento de Educación. Asimismo, el decreto faculta al departamento de Celaá a organizar pruebas para la obtención de la acreditación.

El Consejo Escolar de Euskadi cree que la emisión de este certificado “suscita ciertas dudas en su procedimiento y también respecto al cumplimiento de la ley en lo que respecta al nivel mínimo exigible, esto es el B2”. Según el dictamen, el Consejo estima conveniente “aclarar algunos puntos relacionados con dicho certificado: su equivalencia con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas y su ámbito y tiempo de validez, así como el diseño y evaluación de las pruebas que pueda organizar Educación”.

Un reconocimiento No obstante, el Consejo valora “positivamente” el proyecto de decreto en cuanto viene a subsanar la falta de acreditación de muchos profesores que han hecho esfuerzos estos años por mejorar su nivel de inglés. El dictamen recuerda que existen numerosos centros públicos y concertados en Euskadi que desde hace varios años han ido participando en los distintos proyectos y programas que se basaban en la experimentación de una lengua extranjera como lengua de instrucción, en las diferentes etapas educativas.

No obstante, este órgano cree que el decreto deja huérfana la preparación del profesorado de Educación Primaria y pide al departamento que se incluya la puesta en marcha de “un plan de formación para que el personal especialista de lengua extranjera de Educación Primaria pueda desde el nivel de partida ir accediendo a mayores niveles de competencia lingüística”. Y es que el nivel de competencia lingüística del profesorado que accedió en su día a los cursos de habilitación, en un momento en el que el sistema educativo necesitaba especialistas en Primaria debido a la implantación de la lengua extranjera en dicha etapa, primero en 5ª, luego en 3º y finalmente en la Etapa Infantil, es muy dispar. Y se dan muchos casos en los que dicha habilitación no va acompañada de ningún otro tipo de titulación oficial.