Vitoria/Logroño. Electoralismo exacerbado o sinrazón en estado puro. Cualquiera de las dos opciones sirve para explicar la actitud del Gobierno de La Rioja en su apuesta por dejar a cientos de alaveses sin atención médica especializada. Y, lo que es peor, nadie cae en la cuenta de que los afectados por la vorágine de declaraciones y de la crisis sanitaria provocada por el Ejecutivo riojano son personas, independientemente de su origen. Tales circunstancias parecen ajenas al raciocinio del presidente de la vecina comunidad autónoma, Pedro Sanz, quien ayer quiso volver a echar combustible a la hoguera con unas declaraciones en las que dejó clara su intención de prorrogar el veto a los ciudadanos de Rioja Alavesa. De hecho, afirmó que quien desee recibir en La Rioja atención primaria y especializada "la tendrá que pedir y acordar" y, "mientras tanto, no habrá nada".
Tal es la situación que ni siquiera sus compañeros de partido, el PP, entienden lo que está ocurriendo. En ese sentido, el exdiputado general de Álava y cabeza de lista de la formación popular al Senado por este territorio histórico, Ramón Rabanera, aseguró en Onda Vasca que ni entiende ni comparte la actitud que mantiene Sanz al negarse a dar asistencia sanitaria a pacientes vascos de municipios cercanos a Logroño. "Yo no tengo por qué defender a personas que sean de mi misma formación política, pero creo que se han equivocado en la forma de actuar", explicó antes de asegurar "no entender la actuación" por parte del Gobierno de La Rioja "bajo el punto de vista de solidaridad, y en temas tan sensibles como es la sanidad".
A su vez, el actual diputado general, Javier de Andrés, también del PP, recordó ayer a la agencia Efe que Sanz lleva 16 años en el Gobierno de La Rioja. Por eso se preguntó "por qué ha esperado tanto" para dejar de prestar asistencia sanitaria a los riojanoalaveses si la situación era "tan grave". El jefe del Ejecutivo foral consideró lógico que el Gobierno de La Rioja haga cuentas sobre los cupos de pacientes vascos que atienden ellos y los riojanos que atiende Osakidetza, pero advirtió de que "no es conveniente fracturar la colaboración entre las instituciones porque una cuenta no le salga demasiado bien".
Por su parte, el consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, matizó desde Madrid a la misma agencia la postura de De Andrés al reiterar ayer que parece que al presidente de La Rioja le "compensa ser antivasco" en plena campaña electoral, al decir que no atenderá a los pacientes de los municipios limítrofes a su comunidad. En respuesta a la negativa de atender a estos pacientes, Bengoa consideró "lógico" que se suscriban convenios generales, sin transacción económica, como se han hecho entre otras comunidades transfronterizas como Aragón y Cataluña o entre Navarra y La Rioja.
La única novedad en la crisis sanitaria es que los consejeros vasco y riojano de Sanidad, Rafael Bengoa y José Ignacio Nieto, respectivamente, mantuvieron ayer un contacto telefónico, según informó Europa Press, en el que acordaron reunirse, hoy mismo, para tratar la polémica suscitada ante la decisión el pasado mes de septiembre del Ejecutivo riojano de dejar de atender a los pacientes de los municipios vascos limítrofes con la comunidad, en concreto de la Rioja Alavesa, hasta que se llegara a un acuerdo con el Gobierno de Vitoria. Previamente a la conversación entre los dos consejeros, Rafael Bengoa había remitido un carta dirigida a sus homólogo riojano en la que le solicitaba mantener una reunión "urgente" para solucionar el conflicto entre las dos administraciones.
Sea como fuere, lo cierto es que a la espera de novedades significativas que desbloqueen el conflicto surgido, Pedro Sanz quiso quitar ayer hierro a su actitud con una batería de datos y declaraciones en las que puso "al Servicio Riojano de Salud a disposición de cualquier comunidad que quiera llegar a un acuerdo en el marco del Sistema Nacional de Salud". Asimismo, reiteró que "estamos dispuestos a atender la llamada del Gobierno Vasco si quiere llegar a un acuerdo para prestar una atención más cercana a sus ciudadanos". También afirmó que "no se está produciendo una situación de desatención a los pacientes alaveses porque tienen el servicio en Vitoria o Leza".
Pedro Sanz recordó que el Sistema Nacional de Salud garantiza la atención de todos los españoles en centros de referencia y su acceso a especialidades que no existan en la comunidad de procedencia del paciente y financia estas prestaciones a través del Fondo de Cohesión (SIFCO), pero la Atención Primaria y Especializada son competencia de cada comunidad. También puso de relieve su discurso con palabras en las que explicaba que los pacientes vascos atendidos en La Rioja han sido derivados "de forma irregular" por médicos de Atención Primaria de Osakidetza y no a través del Sistema de Información del Fondo de Cohesión.
"Los datos reflejan un incremento de los pacientes derivados a La Rioja para recibir una atención que no financia el Fondo de Cohesión", apuntó. Además, señaló que "la avalancha" comenzó a producirse tras la apertura del Hospital San Pedro y se ha ido incrementando cada año", debido a que las habitaciones son individuales. Además, Pedro Sanz indicó que estos datos contrastan con los de pacientes riojanos atendidos en el País Vaco porque "todos han sido derivados a Osakidetza por el Sistema de Información del Fondo de Cohesión".
El presidente del Gobierno de La Rioja destacó también que el Servicio Riojano de Salud no ha dejado de atender a los pacientes vascos "de repente", sino que avisó previamente a Osakidetza.